La infertilidad es un problema que ya no es tan lejano como antes; casi todo el mundo conoce a alguien que tiene problemas a la hora de conseguir un embarazo y esto es debido a que el 15-20% de las parejas son estériles o infértiles. En las clínicas de Medicina Reproductiva se puede dar solución a estos problemas mediante técnicas de Reproducción Asistida.

Aunque la esterilidad no es una dolencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido la esterilidad involuntaria como una enfermedad, y por tanto otorga a las parejas con este problema, el derecho a ser tratadas.

Es muy importante un diagnóstico adecuado para poder asesorar a las parejas del tratamiento a seguir. Las pruebas son sencillas y rápidas, y se deben realizar de forma conjunta en los dos miembros de la pareja.

El estudio básico de infertilidad consta de un seminograma (que nos dará información de la calidad seminal: concentración de espermatozoides, movilidad y morfología de los mismos), y en la mujer una analítica hormonal (que nos informará de la reserva ovárica) y una histerosonografía (para estudiar la permeabilidad de las trompas. Esta prueba se realizará en caso de ser necesario). En este último caso, antiguamente se realizaban histerosalpingografías, pero esta técnica es más molesta para la paciente por lo que procuramos evitarla. Además, en casos concretos se requerirán pruebas adicionales.

Con los resultados el equipo de especialistas estará preparado para recomendar un tratamiento para solucionar el problema. Las técnicas son diferentes para cada tipo de patología, desde un coito dirigido, inseminaciones, hasta técnicas de fecundación In Vitro.

Una paciente estéril es una mujer que no puede quedarse embarazada sin ayuda médica. Según los médicos, son muy pocas las mujeres completamente estériles, por eso se habla de mujeres subfértiles o que tienen menos posibilidades de quedarse embarazadas.

Uno de los grandes problemas a la hora de buscar embarazo es la edad y por eso hay que solicitar ayuda a partir del año con relaciones sexuales sin protección y sin conseguir gestación. En el caso de las mujeres mayores de 35 años habrá que consultar tras seis meses de búsqueda, ya que demorar el tratamiento sólo nos ocasionará más problemas.

Por lo tanto se recomienda acudir a clínicas especializadas, como la clínica In Vitam Centro de Medicina Reproductiva, que encontramos en Elche, y donde se atiende a las parejas que desean tener descendencia y están encontrando obstáculos, de una forma integral, con un equipo de especialista en ginecología, urología, andrología, embriología clínica, psicología, anestesia, enfermería, etcétera a su disposición para conseguir hacer realidad su sueño.