El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente a nivel mundial. De hecho, se estima que en 2018 se produjeron unos 570.000 casos nuevos en el mundo y unas 311.000 mujeres murieron por la enfermedad, produciéndose un 85% de los casos en países en vías de desarrollo.

Por lo que se considera un importante problema de Salud Pública. Motivo por el cual el 26 de abril se celebra el Día Mundial del Cáncer de Cérvix. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha focalizado su atención en esta patología y en la infección por el Virus del Papiloma Humano (HPV), condición necesaria para su aparición.

Por ello, en mayo 2018 consideró esta enfermedad como potencialmente erradicable, realizando una llamada global a todos los países miembros para implementar una estrategia de eliminación del cáncer de cuello uterino e incluyéndola en los Objetivos 2030 de Desarrollo Sostenible.

Dra. Mónica de Vera, especialista en Ginecología.

Sin embargo, nos podemos preguntar: ¿cómo se puede erradicar este cáncer y cumplir los Objetivos 2030 de la OMS? Es posible de una manera muy sencilla, reflejada en las siguientes premisas:

1. Vacunación contra el virus del Papiloma Humano (HPV) del 90% de las niñas de 15 años.

2. Realización de un cribado de alta precisión de patología cervical entre los 35 y los 45 años.

3. Tratamiento y seguimiento del 90% de las mujeres a las que se les haya detectado enfermedad a nivel del cuello uterino.

Si se cumplieran en el año 2030 estos objetivos (adecuados a las características e idiosincrasia de cada medio y país), se estima que en el 2050 se podrían reducir los nuevos casos de cáncer de cervical a la mitad y para finales de siglo se evitarían más de 74 millones de casos de cáncer de cuello de útero en los países en vías de desarrollo y se salvaría la vida de más de 62 millones de mujeres.

Todo lo dicho hasta ahora quizás suene muy grandilocuente e, incluso, nos puede resultar muy lejano. Pero no es así, ya que todo pequeño grano de arena contribuye a cumplir esta estrategia a nivel global de la OMS. Por tanto, es el momento de plantearnos qué podemos hacer para ayudar.

Instalaciones de HLA Vistahermosa en Alicante.

Desde el equipo de Obstetricia y Ginecología de HLA Vistahermosa ofrecen las siguientes recomendaciones para contribuir a atajar este gran problema de Salud Pública:

1. Cumplir, rigurosamente, y sin miedo, con la vacunación contra el HPV incluida en el calendario vacunal español para todas las niñas.

a. El HPV representa una de las infecciones de transmisión sexual más comunes. Es, además, una causa necesaria para la producción del cáncer de cuello uterino y es un factor de riesgo para otros cánceres en el área anogenital, en la cabeza y el cuello.

b. Las vacunas frente a la infección por HPV suponen un avance extraordinario en la lucha contra el cáncer y sus lesiones precursoras. De hecho, la vacunación preventiva se considera la intervención más eficaz y eficiente para el control de la infección y la prevención de la carga de enfermedad asociada al virus.

2. Acudir sin falta a tu ginecólogo/a o matrón/a, a partir de los 25 años, a realizar el cribado de patología cervical.

3. Seguir los consejos de tu especialista en Ginecología y Obstetricia acerca del seguimiento y tratamiento de las lesiones que pudieran aparecer a nivel del cuello uterino.

a. El cribado citológico en combinación con el tratamiento en las primeras fases de la enfermedad ha disminuido hasta un 70% la mortalidad asociada al cáncer de cuello uterino en los países desarrollados.

Desde el equipo de Obstetricia y Ginecología de HLA Vistahermosa ofrecen diferentes recomendaciones.

4. Evitar las relaciones sexuales de riesgo.

5. Utilizar de manera constante los métodos anticonceptivos de barrera, como el preservativo, si no se tiene una pareja sexual estable.

6. Ampliar la vacunación contra HPV a otros grupos de riesgo no incluidos en el calendario de vacunación español, como son:

a. Niños antes del inicio de las relaciones sexuales: la vacunación en varones proporciona un beneficio adicional, disminuyendo la posibilidad de enfermedad en la mujer, y contribuye a la erradicación de los problemas de salud asociados al HPV.

b. Mujeres con antecedente de infección por HPV: este antecedente no protege frente a la adquisición de nuevas infecciones. Así que la vacuna ayudaría a prevenir reactivaciones del virus y reinfecciones.

c. Mujeres sexualmente activas de cualquier edad: existe un riesgo significativo de adquirir nuevas infecciones por HPV y de mayor persistencia de la infección a mayor edad, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar lesiones premalignas o cáncer cervical.

En resumen, el cáncer de cuello uterino es una enfermedad que se puede prevenir y erradicar. La Unidad de Ginecología y Obstetricia de HLA Vistahermosa ponen al alcance de sus pacientes todas las estrategias posibles para conseguirlo. Puedes acudir a sus consultas para resolver dudas y desde esta clínica ofrecen todos sus consejos y buen hacer.

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