Más inversión. Más digitalización. Más innovación. Y más colaboración público-privada. Estas son las principales necesidades que afronta el sistema sanitario español si quiere ofrecer a los ciudadanos una Sanidad equitativa, de calidad y eficiente. El encargado de explicar este «diagnóstico» fue Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad), quien participó ayer en la jornada titulada «El sistema sanitario en España en la era post covid-19» organizada por INFORMACIÓN.

En el encuentro realizado de forma tanto presencial como online y que contó con la participación y asistencia de profesionales médicos de toda la provincia, el presidente de la Fundación IDIS analizó el impacto de la covid-19 en el sistema sanitario español y cuáles son las reformas que habría que empezar a tomar de forma decidida para garantizar una oferta sanitaria de calidad en un contexto en el que el impacto de muchos de los problemas conocidos, como el envejecimiento de la población o la cronificación de procesos, se han acelerado en el último año.

Un año que ha puesto de manifiesto que el sistema de salud público es insuficiente para abarcar a todas las necesidades de la población. «Durante años nos hemos hecho trampas al solitario hasta que ha llegado la pandemia, que ha roto todas las costuras y ha puesto en evidencia las dificultades de nuestro sistema de salud público para afrontar toda la demanda sanitaria del país», enfatizó el ponente.

Según apuntó, la pandemia ha puesto en valor la sanidad privada (ha atendido uno de cada tres pacientes de covid-19) y se ha convertido en un recurso imprescindible para afrontar una situación tan excepcional como la vivida en todo el mundo. En este sentido, consideró que «el sector sanitario privado es parte imprescindible del sistema sanitario público», por lo que abogó por «renovar la confianza entre los dos» para crear un modelo basado en la continuidad asistencial.

«La sanidad privada tiene técnicas que no están en la pública. Si es así, ¿por qué no hay un pacto para poder poner los recursos sanitarios disponibles a toda la gente?», se preguntó el presidente de la Fundación IDIS, al tiempo que abogó por hacer un «pacto por la innovación para que todo el mundo acceda a la última tecnología». Y apostilló: «Todo lo que sea excluir al sector privado va en contra de las personas y son los ciudadanos los que pierden».

Para garantizar un buen servicio sanitario y de calidad, Juan Abarca explicó algunas de las reformas que son necesarias realizar en España porque «porque sino vamos a ir a un sistema sanitario como el de Brasil, donde la salud pública prácticamente ha quedado para la beneficencia».

Más inversión y financiación

En cuanto a las medidas a tomar, el presidente de la Fundación IDIS destacó por encima de todas la de aumentar la financiación e inversión públicas. «Los países de nuestro entorno invierten alrededor de un 9% del PIB y nosotros estamos en un 6,2%. Para 2050 se espera que la inversión llegue al 7%. Nosotros estamos convencidos de que para el 2024 el 6,2% es insuficiente. Hacen falta, por lo menos, dos puntos más de inversión», señaló. Asimismo, apostó por dar una solución de «continuidad» a los ciudadanos «desde que nacen hasta que mueren», al tiempo que defendió determinar y ajustar los niveles de cobertura sanitaria.

En este punto, recordó que «cada comunidad autónoma tiene un catálogo de mínimos y después cada una hace lo que quiere». Ante esta situación, intercedió por coordinar este punto a nivel nacional para que el sistema sea realmente equitativo. «Esto no significa que haya que recentralizar la Sanidad, pero sí coordinarla. Sobre todo desde el punto de vista de la prevención. Si una comunidad autónoma decide no invertir en prevención lo vamos a pagar todos los españoles dentro de 20 años».

El siguiente punto que destacó a la hora de afrontar el futuro del sistema sanitario fue el de los modelos de gobernanza y de gestión en todos los niveles. Así, calificó que la actuación de los políticos en cuanto a la «macrogestión» ha sido una «vergüenza» en la pandemia. En cuanto al nivel de «mesogestión», opinó que es necesario organizar los servicios sanitarios «en función de volúmenes de población, ya que la sanidad no tiene que ver nada con la de hace 30 años». Para finalizar este apartado y en la «microgestión», Juan Abarca consideró imprescindible empezar a hacer cumplir unos mínimos de resultados en los centros para conocer el funcionamiento y la tasa de éxito, o de fracaso de los mismos.

Traer la Sanidad al presente

La transformación digital del sistema sanitario también estuvo presente en el encuentro. En opinión del presidente de la Fundación IDIS, encarar este reto permitiría dar una «solución de continuidad sanitaria con independencia de por donde pase el paciente, colocando a este en el centro de todo y evitando ineficiencias y duplicidades». Para conseguirlo, manifestó que es imprescindible crear un sistema que permita recoger la información clínica, medir y «aprender a gestionar la demanda y no solo la oferta».

En este punto, recordó que la Fundación IDIS y sus asociados ya están trabajando en la creación de una plataforma, que han presentado también al Gobierno, con el objetivo de «no quedarnos en el siglo XX». Dentro de la digitalización, Juan Abarca también abordó la importancia que los datos tienen en la gestión sanitaria. «La irrupción de la ciencia del dato va a cambiar la medicina y va a permitir una medicina más inclusiva. La medicina personalizada llegará cuando sepamos gestionar los datos. Tenemos que ir hacia la medicina predictiva personalizada», recalcó.

En cuanto a los otros dos puntos que habría que abordar en el sistema sanitario post covid-19, el ponente destacó la importancia de educar a la población y de apostar por los pacientes. Algo que, desde su punto de vista, tienen que hacer las asociaciones de pacientes, «a los que hay que darles derechos de colectividad», reseñó. Al respecto, lamentó que en la actualidad «hay un batiburrillo de asociaciones sin orden y sin financiación» a las que habría que ordenar y «dar voz oficial dentro de las instituciones». Para terminar, apostó por la necesidad de invertir en innovación e industria para evitar tener que ir a otros países a, por ejemplo, comprar medicamentos. 

Colaboración público-privada

Según la encuesta de percepción sobre la aportación de la Sanidad Privada elaborada por la Fundación IDIS tras la pandemia, cerca del 70% de la población considera importante la colaboración de la sanidad privada para reducir la saturación del sector sanitario público. Asimismo, la encuesta revela que el 77,8 % de la población encuestada valora como buenos o muy buenos los recursos tecnológicos de la sanidad privada para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

Juan Abarca señaló que el ahorro generado por el seguro de Salud a las arcas del Estado se movería en una horquilla entre los 4.690 y los 12.600 millones de euros en función de si el asegurado realiza un uso mixto de la sanidad, utilizando tanto sanidad pública como privada (ahorro de 506 euros por persona al año) o de si el paciente usa exclusivamente el sistema privado (ahorro de 1.368). 

También recordó el papel de la sanidad privada a la hora de reducir las listas de espera en el sistema público. Los hospitales privados llevaron a cabo en 2018 el 30,2% de las intervenciones quirúrgicas, el 23,7% de las altas y el 24,4% de las urgencias de todo el territorio nacional. Además, el sector sanitario privado dispone de una dotación de 441 hospitales en España.

Con respecto al último año, Juan Abarca alertó de que «se han realizado 14 millones menos de diagnósticos, un 25% menos, así como un 18% menos de operaciones quirúrgicas». Por ello, insistió en que la pandemia ha generado una sensibilidad importante en la población y aseguró que la gente es más consciente de la importancia de contar con el sector privado para que el sistema sanitario responda eficientemente.

«Lo de Torrevieja me da vergüenza ajena y pavor»

La decisión adoptada por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana en 2020 de no prorrogar el contrato de gestión del Departamento de Salud de Torrevieja e iniciar los trámites para que dicho contrato finalice en octubre de 2021 también fue abordada durante el encuentro celebrado ayer. Juan Abarca lamentó la decisión al afirmar que la medida de Torrevieja «me da vergüenza ajena y pavor».

Sobre todo, apuntó, «cuando no hay ningún informe en contra de la gestión e incluso la Sindicatura de Cuentas da datos favorables». Con respecto a este punto, esta institución informó la semana pasada de que el tiempo de espera medio para una intervención en el Hospital Universitario de Torrevieja, del grupo sanitario Ribera, es de 42 días, situándose como el departamento de salud con menos demora quirúrgica de la Comunitat Valenciana.

«No entiendo como los pacientes no salen a manifestarse porque se va a multiplicar por tres las listas de espera», indicó el presidente del IDIS, al tiempo que criticó la actitud de la Conselleria que está haciendo que «el modelo concesional quede en desgracia por una cuestión ideológica y creando una alternativa mucho peor. Las administraciones públicas tienen la obligación de gestionar bien el dinero y lo están tirando a costa de la salud de los pacientes ».

La consellera de Sanidad Ana Barceló señaló el pasado jueves que la gestión del departamento de Salud de Torrevieja pasará directamente a manos de la conselleria y no se realizará a través de una empresa pública, tal como defendía el PSPV. De esta manera, los socialistas renuncian a su modelo, que había abierto una brecha con sus socios de Gobierno del pacto del Botànic, Compromís y Unides Podem.

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