Un adecuado nivel de salud oral repercute en la calidad de vida de las poblaciones, como asegura el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA), que añade que es conocido que el deterioro de la salud bucodental de las personas tiene repercusiones, no solamente a nivel funcional, sino también en el campo estético y de las relaciones interpersonales. De hecho, el 95% de la población considera que su salud oral es muy importante para su salud general.

Damos importancia al estado de nuestra boca y dientes, pero no todos consideramos que disfrutemos de ese nivel necesario de salud. En concreto, según los datos de la última encuesta publicada por el Consejo General de Colegios de Dentistas de España (El Libro Blanco. La salud bucodental en España 2020), seis de cada diez españoles considera que su estado de salud bucodental ha sido bueno o muy bueno en el último año, pero también hay otros cuatro de cada diez que cree que ha sido regular o malo.

Problemas derivados de un boca mal cuidada

La calidad de vida oral

Dos de cada diez personas asegura haber presentado dolor dental en los últimos doce meses y casi los mismos, el 19% de los encuestados, afirma haber presentado algún tipo de problema, dolor o limitación a la hora de comer como consecuencia inmediata de su estado de salud bucodental. Las consecuencias de un nivel bajo de salud oral son evidentes en este caso, pero también pueden provocar otras como infecciones, dolores de cabeza, malestar general, así como contribuir a otras enfermedades sistémicas.

La apariencia de los dientes provoca problemas de socialización a muchas personas

A su vez, la apariencia de los dientes provoca problemas de socialización a muchas personas. El 12% de los encuestados por el Consejo General reconoce que, con relativa frecuencia, tienen problemas sociales, lo que les limita para sonreír con normalidad.

“Tener una adecuada salud bucodental es, por tanto, sinónimo de calidad de vida”, afirman desde el Colegio de Dentistas de Alicante. Solo hay un secreto para mejorar la calidad de nuestra salud oral: cuidar la higiene dental, acudir regularmente al dentista y seguir sus indicaciones.

¿Por qué cuesta tanto ir al dentista?

Pero los españoles vamos poco a la clínica dental. En concreto, según la encuesta oficial del Consejo General de Colegios de Dentistas de España, solo acuden a revisión uno de cada dos ciudadanos al año, cifra de las más bajas de toda la Unión europea.

Cada euro invertido en prevenir supone un ahorro de 15-20 euros de tratamientos

Cosa distinta es el motivo por el que no acudan. Los reiterados estudios realizados a través de encuestas telefónicas a la población muestran que el principal motivo que esgrimen los que no van al dentista es la percepción de que no les pasa nada y no lo necesitan (62%). Por lo tanto, el principal motivo por el que los españoles no van al dentista con la frecuencia deseable (al menos una vez al año) es de educación y concienciación.

Sanidad bucodental en España

Visitar al dentista con la periodicidad adecuada es sinónimo de salud bucodental y también de ahorro. Se dice que la salud no tiene precio, pero sí tiene un coste. La asistencia bucodental en nuestro país es eminentemente privada, sin que existan, como en otros países de la UE, una participación estatal que ayude a sufragar estos costes.

España es el país de la UE donde el gasto directo del paciente en asistencia dental es el más elevado: el 98% del gasto bucodental sale directamente el bolsillo del paciente, mientras en otros países como Francia es solo del 30% (el resto está sufragado). Aun así, el motivo económico para no asistir al dentista representa el 15%, según las encuestas.

La clave para prevenir las enfermedades bucodentales

La mayoría de las enfermedades bucodentales tienen dos características importantes. La primera es que son muy comunes, por ejemplo, la práctica totalidad de los adultos ha padecido caries. La segunda característica es que las enfermedades bucodentales son perfectamente prevenibles mediante hábitos muy sencillos como el cepillarse dos veces al día, no fumar, no consumir alcohol, mantener una dieta saludable y visitar al dentista al menos una vez al año.

Se debe visitar al dentista al menos una vez al año

El COEA concluye, por tanto, que “lo que sale caro no es cuidarse la boca, lo caro es descuidarla, no adoptando hábitos saludables y no acudiendo al dentista periódicamente. Por lo tanto, nuevamente, no se trata tanto de un problema de coste y sí de un problema de educación sanitaria, de concienciación: la prevención es posible, es deseable y resulta barata. Se sabe que por cada euro invertido en prevención se ahorran entre 15-20 euros de tratamientos que ya no serán necesarios”.