Entre los problemas de salud más habituales que nos afectan a las personas, unos de los más desconocidos son los que afectan a las manos, una parte de cuerpo lo suficientemente robusta como para no presentar habitualmente complicaciones de gravedad, pero al mismo tiempo muy expuesta a cualquier tipo de agente externo debido a que está casi permanentemente visible y en contacto con diversas superficies.

Una de las zonas de las manos que más afectadas se suelen ver son las uñas, placas de queratina semitransparente que crecen desde debajo de la cutícula protegiendo la parte superior del extremo de los dedos.

Entre las principales funciones de las uñas está la mayor facilidad a la hora de manipular objetos al contribuir a un mejor agarre amplificando la presión sobre cualquier superficie.

Las uñas reciben sangre y nutrición a través de su unión al dedo, generando una proliferación de células que van expulsando progresivamente a otras células hasta el exterior, hasta el punto de que estas últimas 'mueren' y por ello no sentimos dolor al cortarlas.

Ocasionalmente, las uñas son el escaparate que permite detectar ciertos problemas de salud en el organismo. Por ejemplo, un tono pálido puede ser síntoma de anemia y uno azulado de falta de oxigenación en la sangre.

Sin embargo, todo se agrava cuando las uñas, por algún motivo, se deterioran hasta el punto de llegar a caerse, en un proceso que se conoce como onicolisis, que puede afectar tanto a las uñas de las manos como a las de los pies.

Estos son los principales motivos por los que se produce la onicolisis:

Traumatismos

Los golpes en los dedos pueden causar serios daños en las uñas hasta el punto de provocar su desprendimiento. Los más habituales son causados por golpes al efectuar determinadas tareas (por ejemplo, con un martillo en labores de bricolaje) o al pillarse los dedos con puertas, ventanas y otras superficies de apertura y cierre.

Tratamientos contra el cáncer

Algunos tipos de quimioterapia pueden provocar problemas en las uñas, cambiando su coloración o su tacto, ralentizando su crecimiento, conllevando la aparición de líneas horizontales o incluso deteriorando el tejido hasta su desprendimiento. La mayoría de estas circunstancias son reversibles cuando el tratamiento termina.

Psoriasis

La psoriasis unguneal causa el deterioro de estos tejidos, a través de la formación de pequeños hoyuelos, la aparición de manchas de color amarillo o anaranjado o de pequeñas estrías, el engrosamiento, el dolor e incluso la propia caída de la uña. Sin ser una patología grave, sí es de las que más difícil tratamiento tiene.

Infecciones

Morderse las uñas, arrancarse padrastros o cualquier otro tipo de 'micromutilación' llevada a cabo en el entorno de estos tejidos puede provocar una infección bacteriana en la piel que rodea a las uñas, conocida como paroniquia. También es posible llegar a contraer hongos por esta vía.

Tumores

No es el tipo de cáncer más frecuente, ni a priori el más preocupante para el organismo, pero en ocasiones se da lo que se conoce como tumores ungueales, melanomas caracterizados en ocasiones por la coloración marrón, gris o negruzca que se va extendiendo por la uña.