La primavera trae cosas muy positivas a nuestras vidas. El buen tiempo, los colores y olores que llegan en esta estación hace que sea una de las preferidas para muchas personas. Sin embargo, para otros es el comienzo de una época odiosa debido a los efectos que provoca el polen de las plantas flores en su cuerpo.

Además, los últimos episodios de lluvia y viento favorecen la concentración de polen y agravan los casos de conjuntivitis alérgica, que de hecho es uno de los trastornos oculares más frecuentes en esta época del año.

Los meses más difíciles para las personas con alergia al polen son abril, mayo y junio, esto ocurre porque es cuando se produce la explosión de la floración y las plantas producen polen para reproducirse, lo que desencadena una serie de síntomas en las personas con alergia que dificultan su día a día, entre ellos la conjuntivitis alérgica

¿Qué es la conjuntivitis alérgica?

La conjuntivitis alérgica es una inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que recubre la superficie del ojo, que se produce como respuesta del organismo frente a la presencia de un factor externo como puede ser el alérgeno, lo que hace que no sea contagiosa, según aclara María Capote, oftalmóloga del Hospital La Milagrosa de Valencia.

Aunque puede ser continuada en el tiempo en algunos casos, como en quienes tienen alergia a los ácaros, a productos cosméticos o a los conservantes de colirios o puede ser estacional, como en el caso de la conjuntivitis alérgica primaveral.

En el caso de los niños la conjuntivitis alérgica es muy frecuente en la época escolar y, en muchas ocasiones, se confunden sus síntomas de parpadeo continúo con 'tics' nerviosos o "manías de los niños", de ahí que "ante cualquier síntoma que se observe se acuda al oftalmólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuado".

Síntomas de la conjuntivitis alérgica

El enrojecimiento de los ojos es uno de los síntomas de la conjuntivitis alérgica. Al inflamarse la membrana conjuntival se hacen más visibles los vasos sanguíneos, dando al ojo un color rojizo que se acompaña de otra sintomatología como picor y sensación de arenilla, inflamación de los párpados, lagrimeo, fotofobia (sensibilidad a la luz) o legañas.

¿Cómo prevenir la conjuntivitis alérgica?

La doctora Capote asegura que la mejor forma de prevenir la conjuntivitis alérgica es evitar la exposición al alérgeno. Asimismo, en el caso de la conjuntivitis crónica también se aconseja mantener una correcta higiene del hogar, colchones y ropa de cama sintéticos, evitar alfombras que tienden a tener más ácaros.

Y en el caso de la conjuntivitis alérgica estacional, la mejor forma de prevenirla es cerrar las ventanas en los días de viento, colocar filtros antipolen, no frotarse los ojos, lavado de manos frecuente, no usar lentes de contacto durante las crisis, y realizar revisiones en Servicios de Oftalmología para detectar síntomas precoces.

¿Cómo tratar la conjuntivitis alérgica?

El tratamiento de la conjuntivitis alérgica comienza con medidas locales tales como lavados con suero fisiológico frío o la aplicación de lágrimas artificiales sin conservantes.

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En los casos en que estas medidas no son efectivas, se recomienda acudir de nuevo al oftalmólogo de confianza para valorar la necesidad de administrar colirios antiinflamatorios, antihistamínicos, corticoides o incluso medicación oral.

En la mayoría de los casos el tratamiento contra la conjuntivitis alérgica es efectivo y no es necesario realizar más pruebas. Si no mejoran o los síntomas repercuten en su ritmo de vida, será el oftalmólogo el que indique la posibilidad de realizar pruebas cutáneas para ver otras alternativas.