Si sumamos el calor, el viento y la primavera, tendremos el cóctel perfecto para la explosión de síntomas de la alergia primaveral. Y es que la alergia al polen es cada vez más común entre las personas. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, en torno a ocho millones de españoles sufren alergia a pólenes y experimentan los odiosos síntomas de la alergia primaveral, como la rinitis alérgica o la conjuntivitis.

Los síntomas de la alergia se intensifican en las últimas semanas de la primavera, sobre todo, para las personas sensibles a los pólenes de gramíneas, cuyos picos más altos de concentración en el ambiente llegan en estas fechas. Y es que la explosión de la floración dispara los índices de polen en el aire durante el mes de mayo, principalmente en la mitad sur y la zona este de España. Por lo que muchas persona que sufren sensibilidad a estos alérgenos se preguntan: ¿Cuándo acaba la alergia primaveral?

Lo cierto es que aunque la alergia al polen es especialmente incisiva desde marzo hasta junio, las plantas producen polen en diferentes épocas del año, en función de su variedad. Por lo que, dependiendo del tipo de planta que provoque la reacción alérgica en tu cuerpo las temporada de síntomas será diferente.

Los alérgenos más comunes que provocan la alergia primaveral son los que contienen el polen de las gramíneas, el plátano de sombra, el olivo o el pino, y su temporada de polinización comienza en marzo o abril y se prolonga hasta el mes de junio. Aunque las condiciones climáticas pueden variar sus temporadas "fuertes".

CUANDO SE ACABA LA ALERGIA | El periodo de duración de la alergia primaveral depende del alérgeno al que seamos sensibles

Cuándo se acaba la alergia

La gran mayoría de personas sufren alergia primaveral suelen padecer los síntomas típicos de esta época en abril y mayo y verán reducida la sintomatología a lo largo del mes de junio hasta desaparecer completamente a finales de julio.

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La llegada del verano es la causante de esta reducción de la incidencia, debido, principalmente, al aumento de horas de luz y de las temperaturas, pero sobre todo a la ausencia de precipitaciones. Estos factores ambientales provoca que las plantas den por concluido su ciclo biológico y dejen de producir polen hasta el años siguiente.

Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que las condiciones meteorológicas y geográficas de nuestro país son muy diferentes en función de la zona en la que nos encontremos, por lo que la duración de la alergia primaveral también puede alargarse o acortarse.