La higiene bucodental, importante siempre y más en estos meses de verano, tiene dos grandes aliados, el cepillo de dientes y el flúor.

El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA) expone cómo debemos utilizarlos para reforzar nuestros dientes, empezando por el principal elemento del cepillado:

El cepillo de dientes

El cepillado dental es un hábito indispensable para prevenir las dos patologías más frecuentes bucodentales: la caries y la enfermedad periodontal (piorrea). Es importante conocer varios aspectos para no cometer errores y hacer que esta técnica sea realmente eficaz. A continuación se exponen 8 consejos concretos sobre nuestro cepillo:

1.- Asegurarse de elegir un cepillo dental de calidad que reúna los criterios y estándares europeos.

2.- El aire seca el cepillo después de cada uso, evitando que crezcan bacterias, por ello es importante no taparlo con el capuchón. Se debe mantener de pie con el cabezal hacía arriba.

3.- Es fundamental que las cerdas del cepillo sean blandas o de dureza media. Las cerdas duras pueden provocar abrasiones en el esmalte dental.

4.- Los cepillos eléctricos presentan ventajas importantes. Se ha visto que remueven mejor la placa y reducen un 20% más la gingivitis.

5.- El cepillo no debe compartirse nunca con nadie para evitar transmitir bacterias.

6.- Un correcto cepillado debe tener una duración de dos minutos y realizarse con pasta fluorada, dos veces al día.

7.- El cepillo debe cambiarse cada 3-4 meses, o antes, si las cerdas están deformadas. Un cepillo deteriorado no limpia correctamente.

8.- Además del cepillado, es importante limpiar los espacios entre los dientes con hilo dental o cepillo interdental.

Un correcto cepillado debe tener una duración de dos minutos y realizarse con pasta fluorada, dos veces al día.

El flúor

El flúor es un mineral natural que se encuentra en la tierra, el agua y el aire. Desde mediados de los años 50 del siglo pasado ha sido incorporado artificialmente en numerosos productos dentales, sobre todo en pastas dentífricas y en colutorios. Todos los estudios han demostrado que el flúor es una de las medidas más eficaces para prevenir la caries. A pesar de tener algunos detractores, ningún estudio ha sido capaz de mostrar que el flúor produzca ningún daño cuando se utiliza a las dosis indicadas en Odontología.

es importante limpiar los espacios entre los dientes con hilo dental o cepillo interdental.

A continuación se ofrecen ocho cuestiones concretas sobre el uso del flúor:

1.- El flúor se puede utilizar a cualquier edad. Desde el bebé hasta el adulto, todos se benefician de los efectos del flúor sobre los dientes, fortaleciéndolos y dificultando la acción de los ácidos.

2.- De cualquier forma. La acción combinada del flúor procedente de las pastas dentífricas, unida a la del flúor del agua de beber y aplicaciones periódicas profesionales, dan una alta protección.

3.- Añadido al agua. En algunas poblaciones se añade flúor al agua de bebida, lo que proporciona
un beneficio adicional.

4.- En pastas dentífricas. El cepillado con pasta fluorada, al menos, 2 veces al día es el método preventivo más eficaz frente a la caries.

El flúor es fundamental para contrarrestar la acción de las bacterias y disminuir la desmineralización del esmalte.

5.- En la cantidad adecuada. Hasta los 3 años, la cantidad recomendada es la equivalente a un grano de arroz. De los 3 a los 6 años se aumenta al tamaño de un guisante y a partir de esa edad a la de un garbanzo.

6.- Añadido a productos dentales. El flúor es un mineral que se encuentra en la tierra, el aire y el agua. Se añade a muchos productos dentales, sobre todo a pastas dentífricas y colutorios.

7.- Aplicado por el profesional. El dentista tiene varias opciones para aplicar flúor. El barniz es el más eficaz y su aplicación reduce el riesgo de caries.

8.- Protege y refuerza. El flúor es fundamental para contrarrestar la acción de las bacterias y disminuir la desmineralización del esmalte debida a los ácidos producidos por los azúcares. También ayuda a remineralizar el diente captando el calcio y el fosfato de la saliva.

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