Una consecuencia de la nueva era digital es la sobredosis de información alimentaria. Son legión los alimentos cuyas propiedades son consideradas sorprendentes o casi milagrosas.

Pero siempre se dice que hay que saber separar el trigo de la paja. Y en este caso, mejor debería decirse entre el centeno y la paja.

El pan de centeno, un alimento entre el mito y la realidad

De este pan se ensalzan su sabor, sus virtudes nutritivas y sus propiedades beneficiosas. Analicemos cada uno de estos factores:

  • Respecto del sabor, nada malo se puede decir: es un pan de sabor más intenso que el de trigo, que agrada a muchos consumidores.
  • Aunque apto para comidas contundentes, no es excesivamente recomendable para hacer bocadillos, precisamente porque su intensidad solapa los sabores de la chicha.
  • Nutricionalmente, no es muy distinto del pan de trigo, salvo porque su contenido en fibra es más alto. Así que, sustituir pan de trigo por pan de centeno no tendrá un impacto relevante en nuestra ingesta calórica diaria.
  • Y respecto a los beneficios para la salud, es cierto que este pan favorece, de forma natural, el tránsito intestinal. Esto ocurre porque, como ya hemos mencionado, es más rico en fibra.

No hay estudios serios que avalen que el pan de centeno adelgace

También es verdad que su alto contenido en fibra hace que este alimento tenga un efecto saciante más elevado que otros alimentos. Pero lo mismo ocurre con otros productos que contienen mucha fibra, como el pan de trigo integral.

Entonces, ¿podemos adelgazar comiendo pan de centeno?

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La respuesta correcta es que sí, pero no por las propiedades específicas de este tipo de pan. Podemos incluir este pan en nuestras dietas de adelgazamiento, siempre que las porciones respeten los valores calóricos recomendados para este tipo de regímenes.

Es decir, de la respuesta a esta cuestión no debemos inferir que el pan de centeno adelgaza, sino que es posible disfrutar de su sabor incluso cuando se está a dieta.