Uno de los aliados más fieles de los que disponemos para cuidar nuestra salud bucodental es la pasta de dientes. Ya los egipcios, hace más de 7.000 años, utilizaban un producto con el que se limpiaban las piezas dentales, incluso antes de inventarse el cepillo. También las civilizaciones griega y romana usaban pasta, así como los habitantes de China y la India, hace 2.500 años.

Ya entonces, la utilización de la pasta de dientes tenía unos fines similares a los de ahora. Se usaba para blanquear y limpiar los dientes y encías y refrescar el aliento. Sin embargo, los materiales eran más abrasivos y no tan higiénicos como los de ahora. Algunos de los ingredientes de la pasta de dientes antigua incluían cenizas de pezuñas de buey molidas, cáscaras de huevo quemadas y piedra pómez.

El desarrollo del tipo de pasta de dientes, tal y como lo conocemos, comenzó en el siglo XIX. Antes de la década de 1850, la pasta de dientes era en polvo. En 1860 se describe en Inglaterra cómo fabricar una pasta casera con carbón de leña. En 1890 aparece por primera vez la pasta dental en tubo y en 1945 se sustituye el jabón por lauryl sulfato de sodio en las pastas.

En las últimas décadas, el uso del flúor en las pastas dentífricas se considera la mayor causa de la reducción de las caries, la enfermedad más prevalente del mundo moderno.

Tipos de dentífricos

Hoy en día, son numerosos los tipos de pasta de dientes existentes. Algunas, son específicas para tratar problemas de salud bucodental concretos. Sin duda, el mayor avance en la prevención de la caries fue la incorporación de flúor, pero también hay compuestos para combatir el mal aliento, el sarro, la gingivitis, la sensibilidad dental o para blanquear el color de los dientes.

Algunas pastas de dientes son específicas para tratar problemas de salud bucodental concretos.

1.- Antisarro: Hay personas que, por su alimentación o por sí mismas, producen más sarro. Su dentista puede aconsejarles que utilicen cremas dentales antisarro, que están compuestas por agentes que previenen su formación y que son útiles para los periodos de tiempo entre limpiezas profesionales. Estas pastas suelen llevar clorhexidina o algún compuesto similar que ayuda a prevenir la aparición de placas. Si el sarro ya ha aparecido, la pasta dental no lo puede eliminar. Para tratarlo es preciso acudir al dentista para que el profesional determine si es conveniente realizar una limpieza bucal.

2.- Antigingivitis: Este tipo de pastas llevan componentes antisépticos para ayudar a reducir la placa y la gingivitis. Las pastas de dientes específicas para las encías ayudan a controlar la placa dental y previene la infección de los tejidos.

3.- Antisensibilidad: Las pastas de dientes también pueden ayudar a taponar y bloquear las terminales nerviosas que son responsables de la sensibilidad dentarla. Tapan los poros que se han producido en la dentina y que conectan con los nervios del diente, provocando sensación o incluso dolor. Estos dentífricos suelen llevar nitrato de potasio para prevenir este problema.

El uso del flúor en las pastas dentífricas se considera la mayor causa de la reducción de las caries.

4.- Blanqueantes: Este tipo de pastas puede mejorar el tono del diente, pero nunca es tan eficaz como el blanqueamiento profesional. Realmente tienen efecto cosmético, pero no blanqueante a las dosis autorizadas solamente para la aplicación por parte de un dentista.

5.- Fluorada: Para personas propensas a la caries, el dentista puede prescribir el uso de pastas especialmente floridas, que previenen esta enfermedad fortaleciendo el esmalte del diente. Todo cepillado debe hacerse siempre con pasta fluorada, puesto que el flúor tienen propiedades antibacterianas y de refuerzo del esmalte.

6.- Pastas infantiles: La concentración de flúor para los pequeños de la casa debe ser menor que en edad adulta, por lo que existen algunas pastas concretamente destinadas al uso de los niños y niñas. También suele tener un sabor más agradable, menos fuerte.

¿De qué están compuestas?

Algunos compuestos sirven para humedecerlas y otros para espesarlas o darles un sabor concreto.

Las pastas de dientes contienen varios compuestos. Algunos sirven para humedecerlas y otros para espesarlas o darles un sabor concreto. Hay pastas con agentes abrasivos, que ayudan a la limpieza y todas llevan algún compuesto activo, normalmente el flúor.

Estos productos tienen un efecto u otro según el tipo de dentadura de cada paciente y el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA) aconseja que siempre que vayamos a cambiar de pasta de dientes o pensemos que una u otra nos irá mejor por nuestras características, consultemos antes con nuestro dentista. Él nos aconsejará sobre cuál es la mejor pasta dentífrica para mejorar nuestra higiene dental y conservar nuestra salud bucal.