La bronquiolitis, producida por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), está provocando colapsos en las urgencias pediátricas y las plantas de hospitalización de toda España. Esta enfermedad, que suele tener su pico en el mes de diciembre, es la causa de ingresos de los niños más pequeños. El problema reside en que los padres, especialmente los primerizos, se asustan ante el menor síntoma de fiebre, tos o vómitos y suelen llevar a sus pequeños a urgencias. Pero, ¿es necesario llevar a nuestros hijos al hospital en estos casos?

Para saber cuándo debemos llevar a nuestro hijos a urgencias, la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) ha elaborado un documento con el objetivo de orientar a los padres y madres. Esta tabla, una suerte de semáforo, puede ayudarte a conocer cuándo es necesario acudir a urgencias con nuestros pequeños y cuándo evitar alarmas innecesarias.

En ella, el color verde nos indica que no existe urgencia y que, en este caso, debemos pedir cita en el pediatra que nos corresponda en nuestro centro de salud. El color ámbar muestra los síntomas en los que la visita a urgencias es necesaria. Finalmente, el color rojo indica los casos mas graves, situaciones en las que debemos llamar al 112 o acudir de forma inmediata al hospital.

Casos en los que debes llevar a tu hijo a urgencias

  • Si el menor padece dificultad para respirar (se le marcan las costillas o lo hace de manera muy rápida o con un pitido).
  • Lo mismo si es un bebé menor de tres meses y tiene fiebre (38 grados o más). Una temperatura axilar o rectal de 38ºC o superior abre la posibilidad de una infección bacteriana y es necesario realizar una analítica de sangre y orina.
  • Para el resto de las edades, si la fiebre es superior a 40,5ºC (tomada con termómetro axilar, no frontal, que puede sobrestimar la fiebre)
  • Si tu bebé, de un mes de vida, vomita de manera persistente tras todas las tomas.
  • Si aparecen manchas rojas en su piel que no se van cuando presionas con el dedo.

Casos en los que debes llamar al 112

Hay que llamar al 112 o presentarse inmediatamente en urgencias si:

  • El menor tiene un mal color de piel (azul o grisáceo)
  • Realiza movimientos anormales (convulsiones) o no responde a estímulos.
  • Tiene una herida profunda con sangrado que no para tras aplicar presión durante 10 minutos.
  • Si pierde el conocimiento después de darse un golpe en la cabeza.