Diagnóstico y tratamiento para pacientes con disfagia

El Hospital Universitario del Vinalopó cuenta con una Unidad de Disfagia pionera que ofrece en una única consulta valoración, diagnóstico y tratamiento multidisciplinar ahorrando tiempos de espera y mejorando la calidad de vida de los pacientes

Dr. Enrique Monerris, jefe de otorrinolaringología; Dra. Mariana Maldonado, coordinadora de la Unidad de Disfagia; Elena Gras, especialista en logopedia y, Carmen Navarro, especialista en nutrición.

Dr. Enrique Monerris, jefe de otorrinolaringología; Dra. Mariana Maldonado, coordinadora de la Unidad de Disfagia; Elena Gras, especialista en logopedia y, Carmen Navarro, especialista en nutrición.

Lola Pérez

Lola Pérez

La disfagia es un síntoma que expresa la dificultad en el transporte de secreciones endógenas y/o de los alimentos desde la boca hasta el estómago con afectación de la calidad de vida y que puede adquirir una gran trascendencia por producir desnutrición y deshidratación. Además, como consecuencia grave, puede llegar a producir aspiración pudiendo desencadenar en neumonía.

Para el diagnóstico y tratamiento de esta patología es imprescindible contar con una Unidad Multidisciplinar, como la que cuenta el Hospital Universitario del Vinalopó, compuesta por especialistas en Logopedia, Nutrición, Odontología y coordinada por la Dra. Mariana Maldonado, especialista en Otorrinolaringología. Además, cuenta con la cooperación adicional de especialidades como radiología, medicina digestiva, medicina interna, rehabilitación y fisioterapia

Cuando un paciente entra por la puerta de la consulta es valorado, al mismo tiempo, por la logopeda, la otorrinolaringóloga y la nutricionista por lo que estas consultas suelen alargarse durante una hora para poder realizar pruebas de deglución con diferentes texturas, exploración faringolaringoscópica, prueba de deglución en distintas posiciones y estimulación con sustancias como picante y limón que mejoran la deglución.

“Al estar tres especialistas en la consulta el paciente, que normalmente viene acompañado por un familiar o cuidador, recibe una valoración y revisión amplia. Le realizamos una exploración física detallada, pruebas de deglución, le pesamos y le tallamos e intentamos que salga de la consulta con un tratamiento adecuado y pautado en las tres líneas”, explica la Dra. Maldonado.

Gracias a esta Unidad el paciente consigue una mejora de la calidad de vida, se reducen tiempos de espera entre consultas y derivaciones a otras especialidades puesto que recibe toda la atención en una única consulta y se evitan reingresos por complicaciones.

“El 90% de pacientes con disfagia no está diagnosticado”

El pasado 12 de diciembre se conmemoró el Día Mundial de la Disfagia para dar visibilidad a esta enfermedad. Definir, en rangos estrictos, la prevalencia de la disfagia no es posible ya que depende del grupo etario que se identifique varían las cifras, aunque se estima que, en España, en personas de más de 65 años de edad, la prevalencia va del 10 al 30%, siendo mucho más elevada en ancianos hospitalizados con neumonía (entre el 55 y el 91%).

“Si hablamos de enfermedad neurológica adquirida como el Ictus la prevalencia en fase aguda de la patología puede llegar a situarse entre un 64 y un 78% y en fase crónica entre el 40 y el 81%. La disfagia también se puede dar en niños con trastorno del desarrollo, parálisis cerebral y en pacientes jóvenes que hayan pasado el Covid19”, aseguran desde la Unidad. 

El equipo multidisciplinar trabajando en consulta.

El equipo multidisciplinar trabajando en consulta.

A partir de los 65 años de edad hay un envejecimiento natural en la deglución denominada presbifagia. No es una patología como tal, aunque requiere de valoración y modificaciones en las comidas para generar una mejora de la calidad de vida del paciente.

Cabe destacar que cerca del 90% de los pacientes con disfagia no están diagnosticados ni reciben tratamiento para su dolencia, con el riesgo incrementado de producir neumonías y alteraciones importantes de la calidad de vida con el consecuente aislamiento social que esto produce.

“No poder comer con más gente por la tos que genera porque no puede masticar correctamente puede conllevar a situaciones de soledad que se agravan en fechas tan señaladas como puede ser Navidad”, expone la Dra. Mariana Maldonado, coordinadora de la Unidad.

“La deglución constituye uno de los procesos de coordinación entre estructuras más complejas de la fisiología humana requiriendo la coordinación perfecta de una serie de músculos y nervios que van desde la cara hasta el esófago. Para que uno pueda comer con eficacia y seguridad, necesitamos que tanto el área respiratoria como el área digestiva estén en perfecta armonía y sincrónica”, comenta el Dr. Enrique Monerris, jefe de servicio de Otorrinolaringología.

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