«La Oftalmología nos permite hoy ver en la madurez con la nitidez de la juventud»

El doctor Enrique Chipont Benabent es director médico de Oftálica Clínica Oftalmológica de Alicante, hasta donde acuden pacientes de toda España para resolver sus problemas y cirugías visuales. Siempre pendiente de los últimos avances, el doctor Chipont sostiene que: «la Oftalmología nos permite hoy ver en nuestra madurez y también más mayores con la nitidez de la juventud», en referencia a problemas como la presbicia o las cataratas, que hasta hace unos años suponían un auténtico martirio para quienes los padecían.

Doctor, ¿existe el bálsamo de la eterna juventud para la visión?

Yo diría que lo que existe es un espíritu joven y renovado en general, aunque vayamos cumpliendo años. Asumimos nuestra edad, pero utilizamos las herramientas y el conocimiento que nos da la ciencia para mantener nuestro organismo en las mejores condiciones. Y, eso, está muy bien. Comemos más sano, hacemos ejercicio y procuramos dormir las horas necesarias. En síntesis, valoramos nuestros sentidos. Uno de ellos, esencial como todos, es la vista

¿Ha influido en ello la pandemia?

Lo que ha influido es el cambio de los hábitos de vida. El trabajo requiere un mayor esfuerzo y especialización, al igual que la vida académica. Se utilizan mucho los dispositivos móviles y esto nos lleva a un escenario distinto al de hace unos años. Y, por otra parte, las personas más mayores también tienen derecho a seguir llevando una vida plena, que empieza por una buena visión. Cuando vamos al oftalmólogo buscamos dos cosas: diagnóstico y soluciones. Es decir, qué tengo y cómo puedo solucionarlo. Y de eso trata nuestra labor.

¿Qué ve usted en sus pacientes?

Yo tengo que ver el problema, diagnosticarlo correctamente y elaborar el tratamiento adecuado. En función de la edad, cada grupo presenta un problema prioritario diferente. Pero las patologías son variadas y hay que establecer con toda claridad qué ocurre y cómo remediarlo. El paciente reclama certezas y el oftalmólogo tiene que dárselas.

Cataratas, presbicia, fatiga visual…, ¿tienen arreglo?

Sí. La tienen. Pero son problemas distintos que afectan a diferentes grupos de edad y circunstancias. La presbicia es un problema derivado de la edad. Y la solución es quirúrgica. Sustituimos el cristalino, que es la lente natural del ojo, por una lente intraocular. Y lo hacemos con una cirugía que no requiere hospitalización, dura 15 minutos y con anestesia local. Si la lente utilizada es trifocal, además, eliminamos las gafas y las lentillas, porque veremos correctamente a corta, media y larga distancia. Es un problema que afecta a una gran masa de población a partir de los 45-50 años.

Las cataratas también son consecuencia del envejecimiento. Nos afectan a partir de los 50-55 años. Y su solución es también quirúrgica, con una cirugía que dura 15 minutos, no requiere hospitalización y para la que se utiliza anestesia local. La cirugía de cataratas, como la de presbicia, mejoran notablemente la calidad de visión y, por tanto, de vida, del paciente.

La fatiga visual es consecuencia de un esfuerzo puntual, que nos obliga a fijar la vista durante un largo rato. Generalmente, produce dolores de cabeza, picor de ojos o enrojecimiento ocular. Pero también, la sensación de que las letras se mueven y se vuelven borrosas. Por supuesto, requiere una exploración y un diagnóstico. Como medida preventiva, es conveniente aplicar lo que llamamos la regla del 20-20-20. Descansar cada 20 minutos dirigiendo la vista durante 20 segundos a un objeto situado a una distancia de unos 20 pies, que son unos 6 metros. Se trata de alternar visión a larga y media distancia con el plano corto.

No obstante, mi principal consejo es que, ante cualquier síntoma anómalo en nuestra visión, hay que acudir a la consulta oftalmológica y que sea el especialista el que diagnostique qué nos pasa y cuál es el tratamiento.

¿Tienen miedo los mayores a someterse a una cirugía de cataratas?

Al paciente hay que entenderlo siempre. Hasta hace no tantos años, la cirugía de cataratas era complicada y los pacientes lo pasaban realmente mal. Pero las cosas han cambiado. Aquella dolorosa cirugía con un largo proceso de recuperación se ha convertido en 15 minutos de quirófano, con anestesia local y entrando y saliendo por nuestro pie. La cirugía de cataratas ofrece al paciente la posibilidad de disfrutar de una buena calidad visual. Y eso supone, también, una buena calidad de vida. Hay que tener en cuenta que se trata de un problema para el que la única solución es quirúrgica y que las cataratas, sin esa cirugía, no mejoran, sino que empeoran. 

¿Hay otros problemas graves de visión?

Sí. La miopía, por ejemplo, que amenaza ahora mismo con convertirse en la gran pandemia silenciosa del siglo XXI. Pero hay muchas patologías, como degeneración macular, desprendimiento de retina, glaucoma, retinopatía diabética, estrabismo…, lo idóneo es someternos a una revisión oftalmológica dos veces al año. El diagnóstico precoz ayuda a la hora de atajar cualquier problema o enfermedad visual. Y los que he mencionado son graves.

Padres sanos, ¿hijos sanos?

Las revisiones de la visión infantil son tan importantes o más que las de los adultos. Pero también lo es el seguimiento que se le pueda hacer al pequeño en casa. Determinados hábitos infantiles que involucran a la visión son producto una auto defensa del pequeño ante un problema. Si somos capaces de detectar ese problema en la infancia y descifrar lo que nos dicen los síntomas estaremos ante el mejor camino para darle una solución adecuada.

Hubo un tiempo en que todos teníamos ciertas reservas a la hora de acudir a una consulta médica.

Esas reservas siguen existiendo. De ahí, que debamos utilizar tanto médicos como pacientes determinadas medidas que yo llamo de confianza, como la mascarilla. Si su uso da más tranquilidad y seguridad al paciente, mejor. Porque, de ese modo, no tendrá reservas a la hora de asistir a la consulta y, por tanto, estará en el buen camino para solucionar su problema o patología visual.

¿Es cierto que no hay paciente sano sino mal explorado?

No lo es. El paciente acude a la consulta por dos motivos. Para garantizar que está bien a través de las revisiones o para averiguar cuál es la consecuencia de los síntomas que claramente padece. Tanto en uno como en otro caso, la misión del oftalmólogo es dar la respuesta correcta. Y para ello, contamos con un personal profesional, cualificado y experto y con una tecnología de vanguardia. Un paciente que acude a la consulta oftalmológica no puede marcharse con dudas, porque lo que busca son respuestas.

Ante cualquier síntoma, acude a tu oftalmólogo

Oftálica Clínica Oftalmológica

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