Luz de gas, el maltrato que no se ve pero sí que existe

El maltrato psicológico es una de las formas más insidiosas de abuso, y dentro de este, el maltrato de “luz de gas” o gaslighting es particularmente destructivo. A diferencia del maltrato físico, que deja marcas visibles, el gaslighting se caracteriza por erosionar la percepción de la realidad y la confianza de la víctima en sí misma.

El efecto acumulativo de este abuso puede destruir la identidad de la persona, dejándola vulnerable y atrapada en una relación abusiva de la que es difícil salir

Como bien explica el psicólogo Alberto Soler en su post de Instagram, esta forma de manipulación psicológica se basa en hacer que la persona dude de sus propios recuerdos y sensaciones, lo que genera una confusión constante y una dependencia emocional hacia el agresor.

¿Qué es el maltrato de luz de gas?

El término "luz de gas" proviene de la película británica Gaslight (1944), en la que un hombre manipula a su esposa haciéndole creer que está perdiendo la cordura, por ejemplo, diciéndole que las luces de gas de la casa no están atenuadas cuando claramente sí lo están. Esta estrategia psicológica se ha trasladado al ámbito de las relaciones abusivas, donde el objetivo es desestabilizar emocionalmente a la víctima, haciéndola sentir que su percepción de la realidad es incorrecta.

Según Alberto Soler, el maltrato de luz de gas implica comentarios como “eso no pasó” o “estás imaginando cosas”. Estas frases, aunque puedan parecer inocuas, si se repiten de manera constante y sistemática, tienen el efecto de erosionar la confianza de la víctima en su propio juicio y percepción, lo que a menudo la lleva a depender completamente del abusador para definir lo que es real y lo que no.

Señales de alerta

El maltrato de luz de gas suele desarrollarse de manera gradual, lo que dificulta a la víctima identificarlo. Según Soler, algunas de las señales de alerta más comunes incluyen:

1. Desconfianza en tus propios recuerdos: Si tu pareja o alguien cercano te dice repetidamente que tus recuerdos no son reales o que estás exagerando, podrías empezar a dudar de lo que realmente sucedió.
2. Sentimientos de confusión constante: Las víctimas de gaslighting suelen sentirse confundidas y desorientadas. Las dudas sobre si sus pensamientos o emociones son válidos son frecuentes, lo que aumenta su vulnerabilidad emocional.
3. Frases como “te lo estás inventando”: Los abusadores utilizan estas expresiones para deslegitimar los sentimientos y las experiencias de la víctima. Al negar hechos que han ocurrido o al minimizar las emociones del otro, intentan mantener el control y la superioridad en la relación.
4. Dependencia emocional: Con el tiempo, las víctimas pierden la confianza en sí mismas y en su capacidad para interpretar la realidad, lo que las hace depender emocionalmente del agresor.
5. Aislamiento social: Los abusadores a menudo buscan aislar a sus víctimas, argumentando que “nadie te va a creer” o que “no debes contar tus problemas a otros porque no los entenderán”. Este aislamiento aumenta el control que el agresor tiene sobre la víctima y la deja más vulnerable al maltrato emocional.

Efectos devastadores en la salud mental

El maltrato de luz de gas no solo afecta la autoestima y la confianza en uno mismo, sino que también puede provocar ansiedad, depresión e incluso trastorno de estrés postraumático (TEPT). Las víctimas pueden llegar a sentirse como si estuvieran perdiendo la cordura, ya que la confusión y la manipulación constante las dejan emocionalmente desarmadas. El efecto acumulativo de este abuso puede destruir la identidad de la persona, dejándola vulnerable y atrapada en una relación abusiva de la que es difícil salir.

El maltrato de luz de gas no solo afecta la autoestima y la confianza en uno mismo, sino que también puede provocar ansiedad, depresión e incluso trastorno de estrés postraumático

Cómo superar el maltrato de luz de gas

Si te sientes identificado con esta forma de abuso, buscar apoyo profesional es fundamental. Los psicólogos, como menciona Alberto Soler en su post, juegan un papel clave en ayudar a las víctimas a reconstruir su autoconfianza y a recuperar su percepción de la realidad.

La terapia cognitivo-conductual es una de las herramientas más eficaces para abordar las secuelas del gaslighting, ya que permite a las víctimas identificar los patrones de manipulación y desarrollar estrategias para enfrentarlos.

Además del apoyo profesional, es importante buscar redes de apoyo en amigos y familiares. Hablar con personas de confianza puede ayudar a contrarrestar el aislamiento emocional que el abusador intenta imponer. Compartir las experiencias vividas puede proporcionar validación y apoyo emocional, lo que es esencial para comenzar a sanar.

No dejes que te hagan dudar de tu valía

La clave para superar el maltrato de luz de gas es recordar que nadie tiene derecho a hacerte dudar de tu percepción o de tu valía. Si te enfrentas a este tipo de manipulación, es esencial que no minimices tus sentimientos ni permitas que el abusador controle tu realidad. Reconocer las señales de alerta y buscar ayuda es el primer paso para salir de esta forma de maltrato.

La clave para superar el maltrato de luz de gas es recordar que nadie tiene derecho a hacerte dudar de tu percepción o de tu valía

En palabras de Soler: “Si te identificas con esto, busca apoyo profesional y no dejes que nadie te haga dudar de tu valía”. El maltrato de luz de gas no deja marcas visibles, pero es igual de devastador que cualquier otra forma de abuso.