CUIDAMOS TU SALUD

El nutricionista responde: ¿Estoy en el límite de la obesidad? ¿Cuál es la receta para prevenirla?

El tratamiento de la obesidad es múltiple (dietético, conductual, farmacológico, quirúrgico, etc) y requiere de la intervención de diferentes especialistas.

La obesidad es un problema sanitario de primera magnitud, por su alta prevalencia, las tendencias observadas en las últimas décadas y las consecuencias que conlleva sobre la morbilidad y la mortalidad en la población que la sufre. Según datos de la OMS, más de 1.900 millones de adultos padecen obesidad y 340 millones de niños y adolescentes, también. Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, un 16,5% de hombres y un 15,5% de mujeres padecen obesidad. En Cataluña, según los datos publicados en la Encuesta de salud de Cataluña (2019), más la mitad de la población adulta tiene exceso de peso (el 42,6 % hombres y el 28,3 % mujeres). En concreto, el 35,4 % tienen sobrepeso (que afecta más a los hombres) y el 16,7 % tienen obesidad (similar en ambos sexos).

“La obesidad es una enfermedad metabólica crónica y de origen multifactorial, que conlleva una afectación física y psíquica de la persona”, explica el Dr. Ramón Vilallonga, cirujano de la Unidad de Cirugía de la Obesidad y Nutrición (UCON) de Clínica Corachan. Se asocia a patologías que limitan la esperanza de vida de quien la padece y deterioran la calidad de vida de la misma. Generalmente, la obesidad se calcula mediante un índice, que es el índice de masa corporal o IMC.

La característica primordial que define la obesidad es el exceso de grasa corporal, aunque en la práctica clínica diaria se emplea el IMC para determinar si una persona tiene obesidad. Este índice relaciona el peso corporal con la altura (IMC = peso (kg) / altura (m2)). Y si éste es superior a 30 kg/m2, entonces podemos hablar de obesidad.

Existen diferentes grados de obesidad, que quedan reflejados en las guías de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). “La obesidad es una enfermedad que afecta a diferentes órganos, y por eso es necesario realiza runa valoración clínica exhaustiva, en la que se hace hincapié en el peso y en los problemas de salud asociados”, señala la Dra. Alicia Molina, nutricionista de la UCON de Corachan.

El paciente con sobrepeso tiene un índice de masa corporal entre 25-29.9kg/m2. Estar al límite de la obesidad significa tener un sobrepeso en valores de IMC cercanos a 30 kg/m2.

Diagnóstico

La obesidad es diagnosticada por el propio médico y estudiada por el especialista en endocrinología, que realizará un estudio amplio de todas las patologías asociadas a la propia obesidad.

La primera actitud a tener en cuenta, si creemos que podemos ser obesos, es dirigirse a un especialista en endocrinología, y una vez confirmado el diagnóstico, iniciar el tratamiento. Además, el dietista-nutricionista juega un papel determinante en el tratamiento de la obesidad, ayudando a la persona a adquirir unos buenos hábitos alimentarios perdurables en el tiempo.

El endocrinólogo es el especialista que podrá hacer una valoración más global de la enfermedad. Sin embargo, especialistas cualificados como dietistas-nutricionistas u otros médicos, pueden tener un papel destacado en la aproximación del tratamiento de esta enfermedad. Cuando tratamos a pacientes con obesidades graves, es muy importante disponer de un equipo multidisciplinar específico adecuadamente coordinado, que incluya a: endocrinos, cirujanos, anestesistas, dietistas-nutricionistas, psicólogos, fisioterapeutas, psiquiatras, neumólogos, digestólogos, radiólogos y cuantos otros especialistas se consideren necesarios, en función de la patología asociada que presente el paciente.

Según explica el Dr. Vilallonga, la obesidad tiene un componente hereditario no desdeñable, y algunos estudios señalan que una parte importante del peso final de un paciente podría ser consecuencia de algún tipo de señalización vinculada a la herencia.

Tratamiento

El tratamiento de la obesidad es múltiple (dietético, conductual, farmacológico, quirúrgico, etc). Se requiere de la intervención de diferentes especialistas que forman parte de una unidad específica para el tratamiento de la obesidad, entre los cuales hay que destacar el/la endocrinólogo, dietista-nutricionista, fisioterapeuta, psicólogo y, eventualmente, el cirujano.El tratamiento pretende cambiar el estilo de vida, dar recomendaciones nutricionales y fomentar el ejercicio adaptado a las características del paciente. Y en algunos casos, es necesario valorar algún tipo de tratamiento farmacológico o incluso quirúrgico.

La obesidad es una enfermedad crónica, que no tiene una curación específica. Sin embargo, todas las recomendaciones y los cambios que se puedan realizar sobre el paciente van a hacer que pueda estar en una situación más favorable para evitar volver a ganar peso o desarrollar enfermedades como la diabetes o la hipertensión.

Prevenir la obesidad

La prevención de la obesidad pasa por llevar un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada de estilo mediterráneo, fomentando el ejercicio, entre otras cosas. Cualquier profesional sanitario debería ser capaz de dar recomendaciones genéricas sobre el estilo de vida. Es necesario el soporte sanitario para iniciar un tratamiento exitoso.

Las recomendaciones dietéticas siempre deberían ser individualizadas y adaptadas a las patologías asociadas que presenta el paciente. No existe una dieta o pauta “mágica”válida para todos. Gran parte del éxito del tratamiento nutricional depende de realizar una pauta adaptada a las necesidades del paciente.

Idealmente, el ejercicio físico tendría que estar prescrito por un fisioterapeuta. Los pacientes con obesidad, o incluso obesidad mórbida, pueden tener un déficit de masa muscular, lo que se conoce como sarcopenia y la rehabilitación muscular de este tipo de pacientes puede ser compleja.

Una persona con obesidad o en el límite de padecerlo, no debería realizar tratamientos por su cuenta, sin la supervisión de un profesional sanitario. Se debe evitar todo tipo de tratamiento milagroso, ya que pone en juego la salud y expone a efectos secundarios adversos.