Avances científicos

Sí, el estrés ataca el sistema digestivo: así funciona el intestino, nuestro segundo cerebro

Los avances científicos demuestran que, junto a la ansiedad, produce cambios físicos en la pared intestinal, medibles en el laboratorio, dicen los expertos

El intestino es un órgano con un sistema nervioso propio.

El intestino es un órgano con un sistema nervioso propio. / Shutter Stock

Nieves Salinas

La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) arranca el congreso esta misma semana en Sevilla. Antes, la doctora Carolina Malagelada, secretaria general de la sociedad científica y especialista en el Hospital Vall d'Hebron (Barcelona), reconfirma lo que ya es sabido y resulta evidente para médicos y pacientes: la relación entre estrés o ansiedad y los trastornos digestivos. Pero, dice la especialista a El Periódico de España, de Prensa Ibérica, pese a que esa relación es ya sobradamente conocida, su investigación "es compleja" porque todavía los médicos no cuentan con "pruebas o biomarcadores" que midan su efecto.

Es un clásico. Cuanto más estrés, más molestias intestinales. La conexión entre el sistema digestivo y el cerebro se produce a través de un eje bidireccional llamado eje cerebro-intestino, explican los médicos. La relación directa entre ambos órganos, a través de este eje, tiene una influencia significativa sobre las enfermedades gastrointestinales.

"El intestino es un órgano con un sistema nervioso propio, es decir con neuronas propias, necesarias para que se mueva y tenga sensibilidad"

"El intestino es un órgano con un sistema nervioso propio, es decir con neuronas propias, necesarias para que se mueva y tenga sensibilidad. El enorme número de neuronas en el sistema nervioso intestinal es lo que hace que se pueda considerar un segundo cerebro. Este segundo cerebro es muy sensible a factores externos como los alimentos, las hormonas y las emociones, que modifican cómo el intestino se mueve y siente", indica la especialista en Aparato Digestivo del Hospital Vall d'Hebron.

Controlar los síntomas digestivos

Porque sí: el estrés, el sedentarismo, los malos hábitos de alimentación o el envejecimiento de la población y la mejora en los diagnósticos justifican el aumento de las enfermedades digestivas en las últimas décadas. Con datos de marzo del Instituto Nacional de Estadística (INE), de la 'Encuesta de Morbilidad Hospitalaria', las enfermedades del aparato circulatorio (12,9%), las del aparato digestivo (12,3%) y los tumores (9,7%) fueron las principales causas de hospitalización a lo largo de 2021. De hecho, la patología digestiva es el principal diagnóstico del 12,4% de los ingresos, y provoca una estancia media en los hospitales de 5,6 días.

En un país donde el trastorno por ansiedad afecta al 6,7% de la población, es inevitable ahondar en su impacto directo en la salud digestiva. "Este es un campo de investigación muy activo y cada vez sabemos más sobre la relación bidireccional que existe entre el sistema digestivo y el cerebro. Los avances científicos demuestran que el estrés y la ansiedad producen cambios físicos en la pared intestinal, medibles en el laboratorio, que alteran el movimiento y las sensaciones de la digestión. A su vez, un sistema digestivo disfuncionante tiene influencia sobre nuestro estado emocional", explica la doctora Carolina Malagelada.

"El cuerpo es uno y los trastornos mentales afectan el funcionamiento de nuestros órganos, muy especialmente el sistema digestivo"

¿Hay un antes y un después de la pandemia en la incidencia de este tipo de trastornos? La especialista responde: El covid ha causado "una segunda pandemia de trastornos de la salud mental. El cuerpo es uno y los trastornos mentales afectan el funcionamiento de nuestros órganos, muy especialmente el sistema digestivo". Es habitual, añade, que aparezcan trastornos relacionados con la digestión, los gases o el ritmo intestinal. "Creo que es importante que sepamos identificar la relación entre nuestras emociones y las señales físicas que nos da nuestro cuerpo", apunta la médico.

Trastornos de tipo funcional

Cuando se trata del diagnóstico, la médico señala que "es muy habitual que las pruebas analíticas y endoscópicas no detecten alteraciones, porque nos encontramos ante un problema del funcionamiento del aparato digestivo que no es detectable con este tipo de pruebas. Sin embargo, no debemos considerar que no hay un problema, porque, sino lo hubiera, el paciente no acudiría a nosotros con síntomas. Este tipo de trastornos es de tipo funcional y es importante identificarlos para después comenzar un tratamiento adecuado".

La dieta también es clave en la prevención.

La dieta también es clave en la prevención. / EPE

¿Es primordial la alimentación para la mejora de esas enfermedades digestivas?. "En los trastornos funcionales hay alteraciones en la motilidad y sensibilidad digestiva y para ello puede ser útil adaptar algunos aspectos generales de nuestra alimentación. Sin embargo, es poco probable que los síntomas desaparezcan exclusivamente con cambios en la dieta", concluye la secretaria general de la SEPD.

En el LXXXII Congreso que la sociedad científica celebra en Sevilladel 8 al 10 de junio, se abordarán, entre otros temas, las lesiones precancerosas gástricas. El 25% de los tumores que se diagnosticarán en España en 2023 estarán relacionados con el aparato digestivo, explican los expertos, y entre los cánceres digestivos más detectados en nuestro país destacan los de colon, recto, páncreas, estómago o hígado.