Los planes dietéticos sanos y equilibrados tienen los siguientes puntos en común: la disminución de la cantidad de alimentos ingerida y la prevalencia de platos con alto aporte proteico y bajo aporte de grasa e hidratos de carbono.
Pero existe otro factor, relacionado con la comida, que puede hacer que perdamos peso más rápidamente. Eso es lo que afirma un equipo de investigadores científicos de la Universidad de Harvard
Nuestro cuerpo procesa los alimentos de forma distinta, en función de las horas del día
El estudio se basa en el funcionamiento de nuestro metabolismo y en los ritmos circadianos. Las principales conclusiones del mismo son las que siguen:
- Si dormimos en ayunas, el organismo usa las reservas de nutrientes para seguir funcionando (se quema grasa).
- Si dormimos habiendo comido recientemente, el organismo usa una pequeña porción de los nutrientes para funcionar y los sobrantes los almacena en forma de grasa.
- Cuando estamos en estado de vigilia, la mayor parte de los nutrientes se consumen para mantener la actividad diaria y si sobran algunas calorías, estas se convierten en grasa.
¿Cuáles son las mejores horas para comer si estamos a dieta?
A tenor de este estudio, la ingesta de alimentos debe hacerse entre las 9 de la mañana y las 7 de la tarde.
¿Y por qué deberíamos cenar a las 7 de la tarde? Porque se recomienda realizar la última comida del día al menos 3 horas antes de irse a dormir.
Si seguimos esta práctica y nos sentimos con hambre a la hora de ir a la cama, una buena solución es llenar el estómago con un vaso de leche desnatada o un tentempié con pocas calorías, como pueda ser un yogur.
¿Y las peores?
Por el contrario, es muy desaconsejable cenar poco antes de dormir. Y levantarse de la cama para comer de madrugada, entre sueños, está totalmente vetado.
La práctica totalidad de las calorías contenidas en los alimentos ingeridos en esos horarios serán procesadas y convertidas en grasa, que se acumulará precisamente en esas zonas del cuerpo en las que estamos sobrados de ella.
