Gomasio, el superalimento ideal para sustituir la sal que puedes preparar en casa

Son varios los conocidos como superalimentos que podemos incorporar a nuestra mesa. Desde el aguacate, el té matchakéfir o la espirulina, pasando por el dátil o el tofu. En este artículo vamos a hablarte de un condimento japonés que se ha puesto muy de moda y que puedes incorporar a tu dieta, ya que tiene grandes beneficios para tu organismo. Estamos hablando del gomasio.

Este condimento también se conoce como sal de sésamo y son muchos los que ya han desterrado la sal común de sus platos para utilizar este condimento japonés. Es más su nombre proviene de goma (sésamo en japonés) y sio (sal), por lo que no hay mucho más que añadir.

Este superalimento tiene un sabor más a fruto seco y son una buena fuente de vitaminas y minerales. Pero si hay algo por lo que destaca especialmente es por su aporte de calcio, superior al de la leche si los comparamos en peso. 

El superalimento rico en antioxidantes que te ayudará a combatir el envejecimiento y perder peso

El gomasio también es rico en grasas Omega 3 y Omega 6, antioxidantes para retrasar el envejecimiento celular, vitamina B y E, ácido fólico, potasio, fósforo y hierro. Además tiene altas cantidades de fibra con lo que nos puede ayudar a regular el tránsito intestinal.

Cómo preparar gomasio en casa

Como te comentábamos el gomasio se puede incorporar a casi cualquier plato, como por ejemplo, ensaladas, pasta, arroz, verduras, etc. Ten en cuenta que lo debes incorporar una vez el plato esté cocinado, siempre ya en la mesa y que hay que consumirlo, al igual que la sal, con moderación.

Preparar este condimento en casa es muy fácil. Sólo te hacen falta dos ingredientes que puedes comprar en cualquier supermercado: sésamo crudo y sal marina fina. Para preparar una cantidad suficiente necesitarás 16 cucharaditas de sésamo y una de sal marina y un frasco hermético para guardar tu gomasio.

Estos son los pasos para preparar el gomasio en casa: 

1. Esparce las semillas de sésamo en un plato y retira los restos de arenilla o piedras que puedas encontrar
2. Pásalas por agua para en un colador para limpiarlas correctamente
3. Escúrrelas y ponlas en una sartén sin aceite
4. Tuestalas pero remueve continuamente y con cuidado de que no se quemen. Sabrás que están listas porque se teñirán de un color marrón y ten cuidado porque pueden saltar como las palomitas
5. Déjalas enfriar y mezcla con la sal en un recipiente adecuado
6. Incorpora la mezcla en un mortero y machácala. El resultado será el condimento salado para incorporar a tus platos.