La dieta más revolucionaria para después de Navidad: conocer tu cuerpo y saber cómo moverlo

El movimiento somático es una práctica que se centra en la conciencia corporal y en la conexión mente-cuerpo. Este enfoque se utiliza para mejorar el movimiento, la postura y la eficiencia física a través de un proceso de autoconciencia y autoexploración. El término "somático" proviene del griego "soma", que significa "cuerpo viviente". En lugar de tratar al cuerpo como una máquina que necesita ser reparada o mantenida, el movimiento somático lo ve como un ser inteligente y auto-regulador.

La educación somática se basa en la idea de que el aprendizaje ocurre desde dentro. Para educar el cuerpo en los movimientos somáticos, se enfatiza la autoexploración y la conciencia interna. 

Para llegar a lograr esta educación somática debemos tener una gran conciencia corporal, es decir, aprender a escuchar al cuerpo y entender sus señales. Esto incluye notar tensiones, desequilibrios y patrones de movimiento habituales.

Además, tenemos que tener controlado el movimiento consciente, realizar movimientos de forma lenta y deliberada, prestando atención a las sensaciones que surgen cuando los hacemos para poder tener control sobre ellos. 

También hay que trabajar la autoexploración, experimentando con diferentes maneras de moverse para entender mejor cómo funciona el cuerpo. No tener miedo a trabajar con nuestro cuerpo y a descubrir cómo nos hace sentir.

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Otra parte fundamental es la respiración y cómo usarla para facilitar el movimiento y aumentar la conciencia corporal. Por último, y no por ello menos importante, controlar la relajación, aprender a liberar la tensión innecesaria y a relajar el cuerpo de manera consciente.

Tipos de movimientos somáticos

Existen varios enfoques y técnicas dentro del movimiento somático, cada uno con sus características únicas que te contamos a continuación.

• Método Feldenkrais. Desarrollado por Moshé Feldenkrais, este método se centra en mejorar la función y la eficiencia del movimiento a través de la conciencia y la exploración del movimiento. Se practica en dos formas: "Integración Funcional" (movimiento guiado por un maestro) y "Autoconciencia a través del Movimiento" (clases en grupo).
• Alexander Technique. Creada por F.M. Alexander, esta técnica enseña a las personas a liberar tensiones innecesarias y mejorar la postura y el movimiento a través de la reeducación del hábito y la conciencia.
• Yoga Somático. Una forma de yoga que pone énfasis en la conciencia interna y la autoexploración, enfocándose menos en la forma externa y más en la experiencia individual del movimiento.
• Hanna Somatic Education. Desarrollado por Thomas Hanna, este método se centra en la reeducación sensoriomotriz para aliviar el dolor crónico y mejorar la movilidad.
• Body-Mind Centering. Una integración de movimiento, toque y voz desarrollada por Bonnie Bainbridge Cohen, que explora la relación entre la mente, el cuerpo y la expresión.

Cómo adelgazar con el movimiento somático

Una de las claves para adelgazar es desarrollar una relación más consciente con el cuerpo y la alimentación, y si ahora después de las fiestas es tu objetivo, te ayudamos a conseguirlo. El movimiento somático, al fomentar una mayor conciencia corporal, puede ayudar a las personas a reconocer y responder a las señales de hambre y saciedad de manera más efectiva. Al estar más atentos a las necesidades de su cuerpo, los individuos pueden evitar comer en exceso o por motivos emocionales, que son comportamientos comunes que dificultan la pérdida de peso.

Aunque el movimiento somático no es un ejercicio de alta intensidad, puede contribuir a mejorar el metabolismo. La práctica regular de movimientos somáticos puede aumentar la eficiencia muscular, lo que a su vez puede ayudar a quemar calorías de manera más efectiva, incluso en estado de reposo.

El estrés crónico es un factor conocido que contribuye al aumento de peso, especialmente en el área abdominal, debido a la producción de la hormona cortisol. Las prácticas somáticas, al enfocarse en la relajación y la reducción de la tensión, pueden ayudar a disminuir los niveles de estrés. Un menor nivel de estrés puede facilitar la pérdida de peso al reducir la tendencia a comer por ansiedad o estrés.

La mejora de la postura y la alineación corporal a través del movimiento somático puede tener un impacto positivo en la imagen corporal. Una mejor postura no solo mejora la apariencia física, sino que también puede incrementar la confianza en uno mismo. Esta confianza puede ser motivadora y apoyar los esfuerzos de pérdida de peso.

Incorporar el movimiento somático en la rutina diaria puede ser un primer paso para llevar un estilo de vida más activo. Al aumentar la conciencia del cuerpo y mejorar la movilidad y la comodidad al moverse, los individuos pueden sentirse más motivados para participar en otras actividades físicas, lo cual es esencial para el adelgazamiento.