No es extraño ver en las consultas de podología la llegada de pacientes a los que se les duermen los pies. Es una sensación desagradable a la que, en principio, podríamos no darle importancia alguna. 

Pero el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) advierte de que sentir adormecimiento o entumecimiento frecuente de los pies puede ser síntoma de alguna enfermedad.

Causas del adormecimiento

Los expertos en podología señalan que entre las causas más comunes que pueden provocar los pies dormidos están problemas de tres tipos:

  • Vascular
  • Neurológico
  • Mecánico.

Como explica la presidenta de los podólogos valencianos, Pilar Nieto:

"Problemas de circulación en piernas y pies, como el retorno venoso, la hipertensión, la arterioesclerosis, la microcirculación afectada por el frío u otras causas como diversos fármacos administrados o alteraciones en nervios periféricos, pueden estar detrás de esta sensación". 

Si el origen es vascular es porque esa extremidad está afectada por algún problema circulatorio, por ejemplo: 

  • Arteriosclerosis.
  • Trombosis.
  • Problemas de retorno venoso.
  • Hipertensión
  • Síndrome de Reynaud, que provoca que las arterias más pequeñas que aportan sangre hacia los pies se estrechan. 
  • Congelaciones leves causadas por frío extremo. 
  • Elegir un calzado que no deje circular la sangre.
  • Tabaquismo.

Por lo que se refiere a las causas de origen neurológico, los podólogos han señalado que la alteración de la señal nerviosa también puede ser originada por diversas patologías o hábitos entre las destacan: 

  • Diabetes.
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Consumo de tabaco. 
  • Tomar determinados fármacos.

Todas estas causan pueden generar un déficit en la conducción nerviosa que puede dar lugar al adormecimiento u hormigueo de los pies.

Por último, la vicepresidenta del ICOPCV, Maite García, recuerda también la importancia de los factores mecánicos a la hora de tener los pies dormidos.

"También debemos tener en cuenta que una mala elección del calzado, los hábitos repetitivos en el patrón de la marcha, o las deformidades en el pie, entre otros, pueden generar una presión constante sobre una determinada zona y dar lugar a la parestesia, que es ese trastorno de la sensibilidad que se manifiesta como hormigueo". 

Tener esta sensación en los miembros inferiores no es normal.

¿Se puede tratar?

En cualquier caso, los especialistas en podología insisten en que "lo principal es que seamos conscientes de que tener esta sensación en los miembros inferiores no es normal y, por tanto, nuestra recomendación es acudir lo más pronto posible al podólogo para localizar la causa". 

Una vez que se determine el origen, el especialista que corresponda comenzará un tratamiento para mejorar la patología de base. 

Junto a esto, es esencial que un podólogo realice un estudio de la pisada, neurológico y vascular, principalmente, para evaluar la situación y ofrecer el tratamiento más adecuado en cada caso en concreto.

Pero, además, los podólogos recomiendan, junto con un control adecuado de cualquier enfermedad diagnosticada, otra serie de medidas para que esta sensación de entumecimiento no se repita: 

  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
  • Usar un calzado adecuado que se adapte correctamente al pie, permitiendo su movimiento completo sin oprimirlo, con una suela que amortigüe la pisada.