Ronquera, afonía, carraspera… Son algunos de los nombres que atribuimos a una de las patologías que más se plantean en las consultas de los otorrinolaringólogos: la disfonía. 

Como explican desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), se trata de una alteración de la voz "causada por una anomalía de la vibración de las cuerdas vocales", cuyo origen puede ser variado. Y estos son algunos de los factores que pueden influir directamente en la disfonía 

  • Los cambios bruscos de temperatura.
  • El uso del aire acondicionado en verano.
  • La sequedad en el ambiente.
  • Fumar. 

Además, hay determinadas profesiones en las que la disfonía suele ser algo habitual. Hablamos de los profesores, de los periodistas o los cantantes.

Las personas dedicadas a estas profesiones suelen sufrir problemas en la voz.

Y en el caso de los maestros, "la prevalencia a lo largo de su carrera profesional alcanza el 75%", señalan desde la SEORL-CCC. 

No hay que olvidar tampoco que las mascarillas que usamos desde hace dos años a causa del coronavirus nos han obligado a todos en alguna ocasión a forzar la voz para hacernos entender. 

Cuándo preocuparse

Todos nos hemos quedado afónicos o hemos sufrido ronquera en el algún momento sin darle mucha importancia. ¿Hemos hecho bien?

Pues en general hay que admitir que estas disfonías no tienen más gravedad. 

Pero los expertos en Otorrinolaringología advierten de que cuando los problemas en la voz se alargan más allá de 15 días, la disfonía puede ser el síntoma de otras enfermedades como pólipos, nódulos o patologías tan graves como el cáncer de laringe.

Por eso, si nuestro problema se larga, lo mejor es acudir a la consulta de un otorrinolaringólogo. 

Cómo se determina el origen de la disfonía

Una vez que hemos llegado a la consulta del especialista, este recabará toda la información sobre los cambios de la voz del paciente. 

Para completar el diagnóstico se realizará una endoscopia laríngea, una prueba que permite al otorrinolaringólogo visualizar la laringe del paciente.

Esa prueba no es muy cómoda y consiste en introducir una cámara a través de la nariz o la boca. 

Los especialistas de la SEORL-CCC explican que esta prueba puede ser de dos tipos: 

Laringoscopia flexible. Aquí la cámara se introduce desde la nariz y se observan estructuras nasales y las faringolaríngeas. 

Laringoscopia rígida. En este caso la exploración se realiza a través de la boca y permite obtener una imagen clara de cómo están las cuerdas vocales. 

Los profesores son los que más sufren problemas en la voz.

Qué recomiendan los otorrinolaringólogos para cuidar la voz

Cuando perdemos la voz por una afección de garganta, por forzarla o por cualquier otra causa, perdemos nuestra capacidad de comunicarnos con los demás. Sólo en ese momento caemos en la cuenta de la importancia que tiene en nuestra vida y la importancia de cuidarla. 

Por eso, desde la SEORL-CCC nos proponen algunas sencillas pautas para no perder la voz: 

  • Evitar los ambientes ruidosos. Una sala atestada de gente hablando, la cercanía de unos altavoces, una discoteca…. Hacernos entender en ese tipo de entornos va a someter a nuestra voz a un sobre esfuerzo. 
  • Realizar controles de la voz. Esto va a depender de si somos más o menos propensos a perder la voz o del uso que hacemos de ella en nuestro día a día. Pero los especialistas insisten en que en caso de que los problemas con la voz duren más de dos semanas, hay que ir al médico. 
  • Tener una técnica vocal correcta. Esto es esencial en aquellos pacientes que trabajan con su voz. Aprender a respirar, colocar la voz y otras técnicas se pueden aprender y evitan problemas. 
  • Nada de tabaco. Es malo para todo, y también para la voz. Además, en el caso de los fumadores, los otorrinolaringólogos advierten que si "una disfonía que dura entre más de dos o tres semanas deberán acudir a un otorrinolaringólogo. El humo pasa entre las cuerdas vocales y predispone para que aparezcan lesiones benignas como edemas o pólipos. Además, es la principal causa de cáncer de laringe".
  • No carraspear. Hacerlo supone someter a un sobreesfuerzo a las cuerdas vocales. 
  • Beber líquidos. Hidratarse reduce "el esfuerzo fonatorio y ayuda a aumentar la resistencia vocal". 
  • Descansar. Cuando nuestro cuerpo está cansado, nuestra voz también. Así que dormir las horas adecuadas mejorará nuestro rendimiento vocal.