La medicina avanza y las mejoras se pueden ver en todos los campos y la ginecología no es una excepción, sobre todo la ginecología regenerativa. Y es que muchas mujeres sufren problemas en los tejidos genitales que no les permiten llevar una vida sexual satisfactoria ni una calidad de vida completamente buena. 

Son muchas las consultas que reciben los ginecólogos a este respecto.

Hablamos de problemas vaginales, más frecuentes de lo que pensamos y que responden a distintas causas. 

Afortunadamente, las mujeres demandan mejorar su calidad de vida y es necesario ofrecerles soluciones nuevas para problemas que son muy antiguos pero muy molestos. Y en el campo de la ginecología funcional y regenerativa existen nuevas soluciones mínimamente invasivas, eficaces y seguras.

Una de las terapias que permiten paliar muchas de estas molestias, muy utilizada en la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, son las técnicas de infiltración de plasma rico en plaquetas combinado con ácido hialurónico con óptimos resultados.

Según explica la doctora María Teresa Martín Pedraza, especialista en ginecología y obstetricia de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, el uso de nuestro propio plasma (solo o combinado con ácido hialurónico) se lleva usando desde 1970 en otras especialidades médicas, como la medicina estética o medicina deportiva. Pero no fue hasta el año 2016 cuando se empieza a usar en el ámbito ginecológico. 

Las técnicas de infiltración de plasma rico en plaquetas combinado con ácido hialurónico obtienen óptimos resultados. Wavebreak Media LTD. FREEPIK

Problemas vaginales más frecuentes

La doctora Martín Pedraza explica a Guías de Salud cuáles son las patologías más habituales que sufren las mujeres y que pueden ser susceptibles de ser tratadas con esta técnica. 

  • “Las consultas más habituales responden a problemas vaginales derivados de la atrofia urogenital asociada al déficit hormonal que ocurre durante la menopausia, pero también en mujeres en transición menopáusica”. 

Estos problemas provocan en las pacientes sufran:

  • Dificultades a la hora de mantener relaciones sexuales con dolor durante el coito o en el comienzo de las relaciones
  • Dolor crónico en la zona que rodea la vulva (vestibulodinia),
  • Cistitis de repetición
  • Incontinencias urinarias de esfuerzo
  • Urgencia miccional.

Pero este tipo de infiltraciones pueden ser utilizadas en otros casos. “Se usa también en una patología muy molesta que se denomina liquen escleroatrófico. En casos de extrusión de mallas transuretrales, fístulas provocadas por los partos y enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn”, añade la especialista.

Además, “últimamente está usándose en mujeres jóvenes con problemas de fisuras en vulva, algunas veces secundarias a infecciones de repetición o de causa desconocida que tienen muchas dificultades en sus relaciones sexuales”, concluye. 

No hay que olvidar que todas estas patologías del aparato genital femenino dificultan la calidad de vida y la vida sexual de la mujer. 

Los problemas en los tejidos genitales impiden a la mujer llevar una vida sexual plena. Anastasiya Kargapolova. FREEPIK

Cómo se realiza la infiltración 

Según esta experta, es un tratamiento que en manos de especialistas formados es totalmente seguro, estéril y con unos resultados excepcionales.

  • “El procedimiento es muy sencillo, se realiza de forma ambulatoria con anestesia local y los resultados son evidentes en un periodo corto de tiempo”, asegura Martín Pedraza.

Los tejidos en los que se infiltra el plasma rico en plaquetas y el ácido hialurónico son la mucosa vaginal y la vulva (que comprendería la zona de entrada de la vagina llamada introito y los labios menores). 

Incluso hay algunos estudios que hablan de la infiltración en el clítoris para aumentar el placer y en el punto G. Los urólogos la infiltran en la mucosa vaginal periuretral.

El producto que se infiltra en estos tratamientos es lo que la experta denomina un producto autólogo, es decir, un plasma rico en plaquetas de la propia paciente.

Su composición asegura que el producto “incluye todos los factores de crecimiento que existen en nuestra sangre y tiene un gran poder regenerativo. A veces, se combina con ácido hialurónico”, detalla la doctora Martín Pedraza.

Los tejidos vaginales mejoran a las 4 semanas

Una vez realizada la infiltración, “la regeneración de los tejidos tarda entre 4-6 semanas en mejorar su vascularización, la formación de nuevas fibras de colágeno (aumenta su firmeza) y la regeneración neuronal con un aumento de la sensibilidad”, asegura la ginecóloga. 

Te puede interesar:

Aunque con la primera infiltración ya se consiguen resultados, en la mayoría de los casos se requieren nuevas infiltraciones, dependiendo de la patología y el grado de lesión. “Por eso cuando tenemos que repetir el tratamiento esperamos un mes mínimo” detalla la doctora.

Eso sí, la ginecóloga de la Unidad de la Mujer advierte que, aunque el procedimiento es sencillo “siempre debe ser realizado por un profesional cualificado”.