Las conclusiones de este estudio las expone hoy José Antonio Oteo, director del citado Centro, ubicado en Logroño y de referencia nacional, en la jornada inaugural del XIII Congreso de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, que se celebra en Madrid hasta el próximo día catorce.

Oteo, en declaraciones a Efe, ha añadido que los resultados de este estudio preliminar, en el que se han analizado cerca de un millar de garrapatas, indican que "no es probable que a corto plazo, en un quinquenio, se pueda establecer un ciclo que influya para que en España haya un brote de infecciones de este tipo, el riesgo es mínimo y, si surge, sería de forma puntual y ocasional".

El también presidente honorario del Grupo Europeo de Rickettsias de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica ha precisado que "el cambio climático puede favorecer el incremento de algunas enfermedades infecciosas, entre las que se encuentran las provocadas por virus transmitidas por artrópodos vectores, como las moscas, los mosquitos y las garrapatas".

La Encefalitis Centroeuropea la transmite un virus a través de la garrapata "Ixodes ricinus", y la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo otro por medio de una denominada "Hyalomma", de las que existen ejemplares en España, pero no se ha constatado ni hay evidencias de casos humanos de ambas enfermedades transmitidas por garrapatas infectadas por esos arbovirus, ha subrayado.

Sus datos indican que en Europa hay unos 24 países en los que es "bajo" el riesgo de contraer Encefalitis Centroeuropea provocada por la picadura de una garrapata; mientras que la zona de los Balcanes es una de la "más peligrosas" en cuanto a la posibilidad de contraer a través de esos animales la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo, aunque estos casos no son muy frecuentes.

Oteo entiende el cambio climático y el aumento de las temperaturas provoca que las garrapatas estén activas durante más tiempo, lo que hace que aumente la probabilidad de ser picado por una de ellas.

Ha aludido a que también hay otros factores que influyen en que aumenten las garrapatas en cantidad y distribución mundial, como los movimientos de personas, ganado y plantas, el comercio en todos sus ámbitos y las rutas de aves migratorias, ya que transportan garrapatas y éstas pueden estar infectadas.

"En estos momentos, las garrapatas estudiadas en España son negativas en cuanto a estar infectadas por esos virus", ha dicho Oteo, quien ha propuesto el establecimiento de un sistema de vigilancia durante los próximos años.

Ha invitado a las comunidades autónomas a que remitan al Centro de Rickettsias y Enfermedades Transmitidas por Artrópodos Vectores sus zonas para continuar con la investigación y constatar, en el tiempo, que el riesgo de que aparezca en España alguna infectada por esos virus es "mínimo" y, "si aparece, medir ese riesgo y concienciar a los sanitarios y población para poder diagnosticarlo y tratarlo correctamente".