En un comunicado, fuentes de esta organización han destacado el papel fundamental de cuidar la alimentación en edades escolares y adolescentes ya que, además de determinar el estado de salud -fundamental para el rendimiento académico-, condiciona el crecimiento.

"Madrugar, las clases y las actividades extraescolares y/o deportivas hacen que en septiembre los más pequeños sufran un cambio de horarios importante, por lo que se debe controlar su alimentación de forma especial", han añadido.

El desayuno, una de las comidas más importantes del día, debe incluir lácteos, alimentos farináceos (pan, cereales de desayuno...) y frutas frescas (en esta época muy ricas en vitamina C) acompañados si se desea con una pequeña cantidad de aceite de oliva o mermelada.

Han destacado la importancia de que los padres se aseguren de que los niños puedan destinar un tiempo prudencial para realizar esta comida para no caer en la tentación de tomar "cualquier cosa" a causa de las prisas.

Como complemento al desayuno, a media mañana, los niños pueden tomar algún producto lácteo o bocadillo que les permita tener la energía suficiente hasta la comida, que es la que tiene que cubrir el 40 por ciento de las necesidades nutricionales del día.

En ella no pueden faltar los alimentos ricos en hidratos de carbono (pastas, pan, arroz o patatas) y en proteínas (legumbres, carne, huevos o pescado), acompañados preferiblemente de verduras y con una pieza de fruta como postre.

A media tarde -han detallado- la merienda ayudará a los niños a afrontar las actividades después del colegio y evitar, entre otras cosas, el picoteo que habitualmente contribuye al aumento de peso a través de la inclusión en su dieta de calorías vacías.

Frutas, productos lácteos bajos en grasa o un bocadillo son la mejor elección para la merienda.

La cena, que se debe planificar en función de los alimentos consumidos a lo largo de la jornada, debe dar preferencia a las verduras y hortalizas y complementándolas con un farináceo y una pequeña porción de carne, pescado, huevos o legumbres, seguida de fruta para el postre.

Otras recomendaciones generales del Foro Interalimentario pasan por estimular el consumo de frutas y vegetales y reservar el consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas (bollería, bebidas refrescantes, patatas chips) para ocasiones puntuales.

En cuanto a la preparación de los alimentos, han indicado que se deben alternar los distintos procedimientos culinarios como los asados, a la plancha y hervidos, e intentar no abusar de los fritos.

Por último, han defendido que el agua sea la bebida de acompañamiento en todas las comidas.