El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, ha anunciado que, con este fin, el cuatro de marzo se celebrará un Consejo Interterritorial de la Salud extraordinario.
Este informe constituye una de las demandas más reiteradas por los colectivos del sector, que entienden que no se puede llevar a cabo una correcta política de recursos humanos si antes no se determinan las necesidades concretas y puntuales del sistema.
El documento servirá de base para crear un registro de profesionales sanitarios que permitirá dar una indicación exacta del número de facultativos que faltan en cada sitio y área sanitaria.
Fuentes de Sanidad han informado a Efe de que este estudio servirá para llevar a cabo una planificación estratégica de recursos humanos, contando con la opinión de los más destacados expertos del sector, y que sus conclusiones finales se darán a conocer en mayo.
El ministro de Sanidad, Bernat Soria, ya explicitó que había déficit de especialistas en Pediatría, Medicina Familiar y Comunitaria, Anestesiología y Reanimación, Cirugía general y del aparato digestivo, y Radiodiagnóstico.
Con los datos sobre la mesa, se podrá decidir con mayor precisión la creación de nuevas plazas de médicos, teniendo en cuenta también que en 2016 se jubilarán más 7.000.
Sanidad ha confesado que para atajar el problema hay que empezar a trabajar con diez años de antelación en la formación de nuevos especialistas, sin descartar la adopción de otras medidas como la entrada en España de médicos extranjeros, mediante la homologación de títulos.
La Organización Médico Colegial (OMC) ha pedido reiteradamente al Ministerio que elaborara este registro por entender que en España no se debe hablar de falta de médicos, sino de "mala distribución", ya que la media de facultativos por cada 100.000 habitantes es de 414 frente a los 300 de Europa.
La OMC cree que el incremento de un 40 por ciento de plazas en las facultades de Medicina en cinco años y la creación de diez centros "no garantiza que se cubran las necesidades".
Los facultativos proponen otras medidas como la flexibilización de las condiciones en el traslado de médicos a otras Comunidades Autónomas y la incentivación para los destinos y especialidades menos atractivos.
Se trataría de evitar que entre un 20 y 25 por ciento de los médicos españoles se marchen a ejercer fuera del país, en un intento de encontrar mejores condiciones laborales
