La nueva edición de la prestigiosa Guía Michelín fue presentada ayer noche en Barcelona, en una gala seguida con inquietud por el mundo de la gastronomía nacional.

La restauración alicantina ha conseguido mantener su estatus en el universo gastronómico español. A pesar de la rumorología propia de la concesión de estrellas, en la que se especulaba muy positivamente sobre la concesión de la tercera estrella Michelín al cocinero Quique Dacosta de su restaurante homónimo en Dénia, la guía gala ha vuelto a ser muy rácana con la gastronomía nacional, y, por lo que nos toca, con la provincia alicantina.

El restaurante de Dénia, Quique Dacosta, mantiene sus dos estrellas Michelín, al igual que su merecida estrella los establecimientos La Finca en Elche con Susi Díaz al frente, La Escaleta de Cocentaina con Kiko Moya, Casa Alfonso de la Dehesa de Campoamor con Alfonso Egea, y Casa Pepa en Ondara con Sole y la siempre feliz Pepa Romans al frente de sus fogones.

«La mayor recompensa ha sido compartir nuestra cocina con muchos clientes y ver salir el sol, –como se llama nuestra propuesta de este año–, con amigos, repartiendo felicidad», aseguraban anoche desde el entorno más próximo de Quique Dacosta, tras conocerse el contenido de la guía. «Los reconocimientos nos siguen ayudando a mantener nuestro espíritu inquieto, y poder seguir con dos estrellas, es ya una enorme satisfacción. A la vez que nos alegramos muchísimo por los poseedores de nuevas estrellas».

La firme apuesta del cocinero Quique Dacosta por seguir en la elite gastronómica mundial, no ha tenido el merecido reconocimiento de la guía francesa. Considerado como uno de los mejores cocineros españoles actuales y siendo una referencia mundial en la vanguardia culinaria. Quique Dacosta ha situado a la provincia de Alicante en el firmamento gastronómico mundial. Gracias al trabajo y al esfuerzo de muchos restauradores de la provincia, poseedores o no de las estrellas Michelín, la gastronomía alicantina puede considerarse afortunada de seguir en las altas esferas gastronómicas y mantener las preciadas estrellas. También a nivel provincial, aunque no alicantino, hay reconocer la concesión de su primera estrella al cocinero de Aranjuez Rodrigo de la Calle, unido, como siempre presume y dice, en cuerpo, corazón y alma a la provincia.

A nivel nacional cabe destacar, de nuevo, la racanería de la Guía Michelín en la concesión de su más alta distinción, las tres estrellas. En esta nueva edición, los restaurante con tres estrellas en España pasan de los siete de 2011 a cinco en 2012. Las bajas pueden ser entendibles, como por ejemplo la desaparición de El Bulli por el cierre del establecimiento, y el descenso de tres a dos, del Racó de Can Fabes del desaparecido cocinero Santi Santamaría. Algo que no ha sentado muy bien en el ámbito gastronómico por el enorme nivel que sigue manteniendo el restaurante catalán, con Xavier Pellicer al frente.

Nuevas estrellas, nuevas ilusiones, algunas lágrimas. decepciones seguras, mil rumores, y una guía que nos permite una año más, seguir siendo una provincia con buena estrella. Enhorabuena a todos.