El Ayuntamiento valenciano de Buñol cobrará diez euros por participar en su multitudinaria fiesta de la Tomatina y limitará el aforo de este acontecimiento, uno de los más populares del verano español, a entre 20.000 y 22.000 personas, según ha confirmado a EFE el teniente de alcalde Rafael Pérez.

El objetivo del Consistorio es garantizar la seguridad de quienes participan en este espectáculo, donde el último miércoles de agosto se lanzan más de 100.000 kilos de tomate y que en 2012 congregó a cerca de 50.000 personas, una cifra que, según Pérez, "no era viable".

Por ello se han planteado limitar el aforo a unas 20.000 personas y una de las maneras de hacerlo, ha dicho, era cobrar una entrada para cada participante, que se ha establecido en diez euros tras hablarlo con los vecinos durante el pasado mes de diciembre.

Estas medidas se están tomando de acuerdo con los residentes de la localidad y aunque todavía quedan por ultimar algunos flecos, el teniente de alcalde espera poder tenerlo todo cerrado entre principios y mediados de febrero.

Una de las cuestiones en las que se trabaja todavía, por ser "la principal dificultad", es en la manera cerrar "de la mejor forma" el espacio urbano por el que discurre la Tomatina, aunque según Pérez ese asunto está "muy avanzado".

El Ayuntamiento se marcó de plazo el mes de marzo para que todo estuviera cerrado, pero el teniente de alcalde está convencido de que la primera semana de febrero o a mediados de mes podrían tener una decisión.

Pérez ha insistido en que la intención del Ayuntamiento es hacer de la Tomatina, convertida desde hace años en un atractivo turístico internacional con gran repercusión mediática y a la que le han salido imitadores por diferentes rincones del planeta, en una fiesta "segura" de la que todos los participantes puedan disfrutar.