En la Casa Méndez (o Villa Rosalía) ya no vive nadie. La que fuera una imponente mansión edificada a principios del siglo XX es ahora un vestigio que, oficialmente, sigue en manos privadas (las de la familia Méndez). Si sus dueños no la arreglan, el Ayuntamiento de Librilla, en Murcia, tampoco puede, al no tratarse de un BIC. La imponente vivienda, eso sí, sigue de pie, y los amigos de lo paranormal tienen claro que sí hay moradores: los fantasmas.

La alcaldesa de Librilla, Mar Hernández, apunta que la casa fue «fruto de una herencia» que correspondió a «mucha familia». Pero nadie se pone a restaurarla. En realidad, «no está en condición de ruina», señala la regidora, a lo que añade que «si hubiese peligro de derrumbe, ya se habría enviado una resolución» a sus propietarios, para que actuasen.

En el pueblo, precisa Hernández, a Villa Rosalía «se le tiene especial cariño». «Es diferente, a la gente le gusta», apunta.

En el caso de sus legítimos dueños, «si hubiesen hecho una cesión al Ayuntamiento» todo cambiaría. Mar Hernández sabe que «hubo varios intentos» de que la casa pasase a ser municipal, pero lo cierto es que «no hay ningún documento de cesión». «Si se hubiese hecho en algún momento, no estaría así», insiste.

«Les hemos pedido a los propietarios que adopten ciertas medidas de protección con una valla, porque caían cascotes fuera, a los viandantes», indica la alcaldesa. También se tramitó «una orden de limpieza del aljibe», destaca.

Mar Hernández lamenta la realidad de que la masión «ha sido saqueada», al tiempo que admite que inspira «morbo».

Y luego está el punto paranormal. Según se detalla en Historia de Murcia y Cartagena en pildoritas, de José Vilaseca, de la casa emanan «llantos y quejidos, profundos pasos y voces». «Quienes se han atrevido a grabar psicofonías, han acabado aterrorizados por el resultado», subraya.

El autor librillense Héctor Bastida ambienta en la vivienda algunos pasajes de su novela El barranco de los espectros. «Las reglas han cambiado y ahora un pequeño grupo de supervivientes se verá obligado a comenzar de cero bajo el despiadado yugo de los auténticos dioses», dice la reseña.