Los controles de seguridad en los aeropuertos suelen ser bastante estrictos para todo aquello que suponga una amenaza para el bienestar de las personas. Suelen poner pegas por los líquidos, pero nunca por la ropa que llevan los pasajeros. Esto último ocurrío con una pasajera en el aeropuerto de Birmingham, cuando vio como un asistente de vuelo de Thomas Cook, se negó a llevarla de vacaciones, porque su atuendo era "inadecuado", según ha informado The Mirror.

La joven, que volaba a Tenerife, ha denunciado a través de su cuenta en Twitter que fue interceptada en el propio avión por parte de la tripulación porque su ropa "causaba ofensa y era inapropiada". "Tenía cuatro empleados a mi alrededor esperando a que me tapara o, de lo contrario, me sacarían del avión", indica. Además, le pidió a la gente que votara si pensaban que su elección de ropa era adecuada para viajar.

"Nadie dijo una palabra", asegura la chica, quien solo escuchó el menosprecio de un hombre: "¡Cállate patética y ponte una chaqueta!".

"Mi primo, que estaba sentado en la parte delantera del avión, me dio su chaqueta y el personal no se retiró hasta que, finalmente, me la puse", continúa la pasajera afectada quien, asegura, "me quedé temblando".

El tuit, publicado ayer por la noche, cuenta con más de 3.500 me gusta y casi 300 comentarios que, en su mayoría, apoyan a la joven.