Todos los años, por estas fechas, nos preguntamos lo mismo: ¿hay que adelantar o atrasar el reloj? La sincronización de los relojes para adaptarlos al horario de invierno siempre es un lío que nunca está exento de polémica, ni siquiera estando en pandemia. Pero dejando por un momento de lado la crisis sanitaria que azota el mundo, ahora lo importante es saber qué hay que hacer y cuándo para estar en hora.

Este fin de semana, concretamente durante la madrugada del sábado 24 al domingo 25 de octubre, se atrasa una hora el reloj para adecuarnos al horario de invierno. De esta forma, a las 3:00 horas de la madrugada (en la Península) serán de nuevo las 2:00 horas.

Este cambio de hora se viene produciendo en España desde 1974, después de que un año antes, en 1973, se produjese la primera gran crisis del petróleo y los países del entorno europeo decidieran adelantar los relojes para poder aprovechar mejor las horas de sol.

Esto se ha mantenido como una tradición que, afortunadamente para unos y desafortunadamente para otros, no durará mucho. Y es que, hace unos años el Parlamento Europeo decidió poner fin al cambio de hora y pidió a los estados miembros que antes de 2021 fijaran un horario definitivo, eligiendo entre el de verano y el de invierno.

De momento, y hasta 2021, seguiremos cambiando el horario dos veces al año, por lo que el último fin de semana de marzo volveremos a mover los relojes para adaptarnos al horario de verano.