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La ciencia ficción tiene nombre de mujer

Creadoras olvidadas y heroínas maltratadas del género emergen como referentes para las actuales generaciones gracias al nuevo impulso del movimiento feminista.

La ciencia ficción tiene nombre de mujer

Una supernova es una explosión estelar de una luminosidad tal que puede ser observada, a simple vista, desde la Tierra. Para Elisa McCausland y Diego Salgado, investigadores y críticos cinematográficos, este fenómeno puede usarse como metáfora del movimiento feminista en la actualidad, un fenómeno que describen como “extraordinariamente potente, amplio y capaz tanto de iluminar la realidad como de alumbrar nuevas realidades”.

La onda expansiva de esta explosión feminista ha alcanzado a la literatura de ciencia ficción, propiciando la recuperación de diversas autoras que han sido claves en la evolución del género, pero no así al audiovisual. Para paliar esta carencia, McCausland y Salgado han realizado el ensayo “Supernovas: una historia feminista de la ciencia ficción audiovisual”, publicado por Errata Naturae y de reciente aparición. Un volumen en el que sus autores trazan un completísimo recorrido histórico y transnacional que revela autores desconocidos, joyas ocultas y, también, la auténtica faz de heroínas que a menudo se identifican como feministas, pero cuya imagen y actitudes responden en realidad a los deseos y las expectativas de una industria cinematográfica dominada por el patriarcado.

El estudio de Elisa McCausland y Diego Salgado comienza antes incluso del nacimiento del cine, buceando en el génesis de la ciencia ficción literaria. Con pulso firme, los dos autores contextualizan las primeras referencias feministas en pantalla y las sinergias que se establecen entre el nuevo medio y el sufragismo. En estas primeras décadas, destaca un caso singular: el de la escritora y guionista Thea von Harbou, esposa de Fritz Lang y responsable de los guiones de películas como “Metrópolis” (1927) o “La mujer en la luna” (1929). “El caso de Thea von Harbou es significativo por cuanto no siempre las razones para la invisibilización de una creadora han tenido que ver con el patriarcado imperante, sino con razones ideológicas de las que pueden llegar a ser cómplices otras mujeres, como la ensayista Lotte Reininger. Las simpatías por el nazismo de Von Harbou han dificultado la reivindicación de su figura, que, como analizamos en el libro, ha sido fundamental para el desarrollo de la ciencia ficción cinematográfica”, explica Diego Salgado.

IMPERATOR FURIOSA

“Mad Max: Furia en la carretera”

IMPERATOR FURIOSA

El problema del personaje encarnado por Charlize Theron es que su empoderamiento es más aparente que real; depende del empobrecimiento del personaje de Max, al que prácticamente se le ha arrebatado la voz, aunque en última instancia sea de puntillas quien dirige la acción y lo que debe hacerse en cada momento. Por añadidura, en el desenlace de “Mad Max: Furia en la carretera” Imperator Furiosa ha de cargar con la responsabilidad de liderar y reinventar toda una sociedad mientras Max queda en libertad para seguir viviendo aventuras, para no rendir cuentas a nada ni a nadie.

Además de reivindicar a las creadoras, McCausland y Salgado analizan con detenimiento las representaciones cinematográficas de la mujer en el género, revisando en múltiples ocasiones juicios preestablecidos, y erróneos, sobre personajes icónicos de la gran pantalla. Es el caso, sin ir más lejos, de la saga “La guerra de las galaxias”. “La cultura pop y, no lo olvidemos, la influencia global del capitalismo a través del ocio han traído aparejado que prestemos atención a fenómenos como el de ‘Star Wars’ cuando lo cierto es que las reivindicaciones feministas que pueden extraerse a partir de personajes como Leia pero, sobre todo, Rey son problemáticas”, sostiene McCausland. “La mayor paradoja”, continúa, “estriba en que, sin salir del universo ‘Star Wars’, existen mujeres de ficción en los ámbitos del cómic o lo literario bastante más subversivas que las célebres protagonistas de las películas de la franquicia”. McCausland se refiere a personajes como Mara Jade, Qwi Xux o Darth Traya, que han aparecido en obras del Universo Expandido de “Star Wars”.

Otro personaje de relieve es Ripley, la exploradora espacial encarnada por Sigourney Weaver que protagoniza las cuatro primeras entregas de la saga “Alien”. “Pensar en Ripley como un único personaje que se ha desarrollado a lo largo de cuatro películas de la franquicia Alien es un error, puesto que cada una de sus apariciones responde a necesidades creativas y de producción diferentes. Hasta el punto de que nos hallamos en realidad ante cuatro criaturas de ficción diferentes, lo que en el fondo es mucho más atractivo, dado que la Ripley de ‘Alien’ puede interpretarse como una deriva interesada del feminismo de segunda ola; la de ‘Aliens’ apela a una visión más conservadora de las mujeres que, paradójicamente, acaba por ser más combativa; la de ‘Alien 3’ es equiparable al arquetipo de Juana de Arco, y la de ‘Alien: Resurrección’ encarna el xenofeminismo, el feminismo de la extrañeza. Cuatro mujeres diferentes, por tanto, a través de las cuales pueden deducirse discursos complementarios y al tiempo diversos”, precisa Diego Salgado.

WONDER WOMAN

DC Comics

WONDER WOMAN

Aunque, tal y como la interpreta Gal Gadot en la película de 2017, tiene un enorme poder icónico y es respetuosa con los cómics creados por el clan Marston en 1941, no cabe duda de que el potencial feminista de la superheroína de DC Comics queda por debajo en la gran pantalla de lo que cabía esperar. Resulta significativo que el personaje más carismático de la película acabe por ser su compañero de aventuras, Steve Trevor.

Al trabajar un fenómeno más reciente, como los universos cinematográficos de Marvel y DC, Salgado y McCausland perciben diferentes enfoques, heredados asimismo de la línea editorial que ambas compañías han mantenido a lo largo de su historia. “DC ha tenido tradicionalmente un talante más progresista que Marvel a la hora de ligar empoderamiento y superheroísmo, como demuestra Wonder Woman, quizás el personaje más feminista en la historia de la cultura popular”, sostiene Elisa McCausland, que es además autora del ensayo “Wonder Woman: El feminismo como superpoder”.

Otra cosa”, añade, “es que, con el éxito de la fórmula cinematográfica planteada por Marvel Studios en los últimos años, se hable tanto o más de Capitana Marvel, aunque sus primeras apariciones en la gran pantalla estén lejos de suponer una auténtica ruptura en lo que se refiere a la representación de mujeres en la ficción, y estén incluso por debajo de lo ideado para los cómics del personaje escritos por Kelly Sue DeConnick”.

REY

“Star Wars”

Rey de Star Wars

Es un personaje que posiblemente pueda analizarse con mejor perspectiva una vez se haya estrenado el capítulo IX de “Star Wars” y haya pasado un tiempo prudencial.

Ahora mismo, apreciamos que le ha tocado jugar un papel muy desagradecido, el de renovar una saga que depende de muchos fans reacios al cambio, por lo que su presencia en las imágenes representa sobre todo un tira y afloja entre la tradición y la ruptura.

Más allá del ámbito estadounidense, los autores encuentran un terreno especialmente fértil en la ciencia ficción japonesa, al que dedican un capítulo del volumen. “La sociedad japonesa se rige por una serie de peculiaridades que han desembocado en una ciencia ficción única. Desde la gran libertad que surge a partir de códigos férreos, a fenómenos como la hibridación y lo cíborg, esenciales para entender la ciencia ficción contemporánea en todo el mundo. Para hacerse una idea de la modernidad de la ciencia ficción producida en aquel país, basta comparar la actualidad de ‘Ghost in the Shell’ tal y como la concibieron Shirow Masamune y Mamoru Oshii en los años noventa frente al conservadurismo de la reciente versión producida por Hollywood”, reflexiona McCausland.

CAPITANA MARVEL

Marvel

CAPITANA MARVEL

Es difícil ahora mismo que ningún personaje de Marvel Studios pueda alcanzar una auténtica relevancia individual, y la superheroína encarnada por Brie Larson no es ninguna excepción.

En la película, se halla rodeada de personajes masculinos carismáticos, encarnados por Jude LawSamuel L. Jackson y Ben Mendelsohn, en lo que supone una estrategia evidente de jugar sobre seguro. Habrá que esperar a la segunda película sobre el personaje.

En cambio, en España y Latinoamérica el escenario es otro: como los autores hacen notar, en estas latitudes el género no surge de forma natural, sino “de manera imitativa e incluso a la contra”. Pese a todo, Diego Salgado se muestra optimista: “Nuestro país tiene una tradición meritoria en lo que se refiere a la expresión literaria y comiquera del género, pero solo en los últimos tiempos se ha puesto las pilas con todas las consecuencias en lo que se refiere a cine y televisión: lo mejor está por llegar”.

Lo que ambos esperan es que, además de producir una ciencia ficción popular y de calidad, la que llegue a nuestras pantallas sea, también, feminista.

AMELIA FOLCH

Amelia Folch

“El Ministerio del Tiempo”

Amelia Folch es una mujer instruida del siglo XIX que adquiere una perspectiva inmejorable sobre sus servidumbres al poder contemplar la sociedad de entonces desde la perspectiva del siglo XXI.

Quizás echamos de menos una mayor naturalidad en el retrato del personaje, al que como es habitual le toca jugar el papel de seria o aburrida frente al carácter más desinhibido de sus compañeros de aventuras.

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