Iván se encontró todas sus pertenencias dentro de bolsas de basura en la calle y la cerradura del domicilio de Zaragoza en el que vivía cambiada. Ozil, el perro que se compró cuando aún era soltero, no estaba en la repartición y ahora este vecino de la capital aragonesa acaba de pedir una condena de ocho meses de prisión para la que fuera su exmujer por apropiación indebida.

El animal en cuestión es un Bulldog Francés, macho, de color atigrado, con número de identificación y que le costó 1.200 euros puesto a su propietario cuando que fue comprado.

La denuncia que interpuso este zaragozano llegó a ser archivada por el juzgado de instrucción, si bien la Audiencia Provincial de Zaragoza instó a reabrirla a petición de la abogada del denunciante, Carmen Sánchez Herrero.

Afirmaron en su día los magistrados del tribunal provincial que los hechos, tan como son referidos en la denuncia, "sí son indiciariamente constitutivos de un delito de apropiación indebida". "El denunciante señala que compró el animal antes del matrimonio y que él es el propietario del mismo por lo que, una vez rota la relación, debe serle entregado por su exmujer, P. A. R., lo que parece debe ser así si se trata de un bien privativo", afirmaron.

También consideraron que se estima "precipitado" acordar que no resulta justificada la perpetración del delito cuando ni siquiera se ha tomado declaración a la denunciada sobre los hechos que se le imputan. Y si, como parece deducirse de un pantallazo de Whatsapp que obra en la causa, el perro fue un regalo a la denunciada aunque esté a nombre del denunciante en los registros oficiales, parece también que será fácil que aporte la identidad de testigos del entorno de ambos que podrán esclarecer tal cuestión. Por todo ello, la Audiencia de Zaragoza consideró procedente el recurso y acordó que siguiera la instrucción de la causa en el sentido expuesto.

Una vez finalizada la misma, la acusación particular ha presentado un escrito de acusación en el que solicita la devolución Ozil, la condena de ocho meses de cárcel para la mujer por un delito de apropiación indebida y el pago de 1.200 euros por todo el tiempo que ha estado en posesión del can. Añade que la mujer ha sido requerida en múltiples ocasiones para la restitución de la propiedad del perro, haciendo caso omiso al demandante, "llegando incluso a chantajearle con devolverle sus pertenencias únicamente con la condición de cambiar el nombre del titular del animal". En manos de la Justicia está el futuro del movido Ozil.