Sofía Álvarez de Eulate ha ganado recientemente el preciado bote de 'Pasapalabra'. Bote que contaba con el premio de 466.000 euros. Lo consiguió tan sólo ocho semanas después de empezar como concursante en el famoso programa de Antena 3. La ganadora, nacida en Getxo, (Vizcaya), es psiquiatra en el Hospital de Basurto y se considera, como ya ha manifestado en alguna ocasión, una "enamorada de las palabras".

Así lo demuestra también a través de las redes sociales, concretamente mediante su cuenta de Instagram, donde Sofía parece dar "pistas" de cómo ha llegado a resolver en tan pocos programas (concretamente, 62) el famoso rosco.

En una publicación reciente Sofía Álvarez mostraba a sus seguidores un ejemplar del diccionario de María Moliner: 'Diccionario de uso del español'. Este libro parece ser el truco infalible que la concursante ha utilizado para alzarse como ganadora de 'Pasapalabra' en tan poco tiempo, ya que el pasado 13 de julio era cuando compartía el libro que la estuvo acompañando el verano en redes. "Quien siempre me acompaña durante estos días (¡además de vosotros!) es la gran María Moliner, con su maravilloso Diccionario de uso del español".

"Dicen que la idea detrás de él fue “crear un diccionario que permitiera ir de la idea a la expresión”. En mi opinión, ambición que concluyó con éxito, pese a que finalmente no le concediesen la silla para la que fue candidata en la Real Academia Española (cuyo diccionario, por cierto, se nutre inevitablemente del de María)".

¿Quién fue María Moliner?

Hace 121 años María Moliner componía su diccionario del uso del español. Desde filóloga, bibliotecaria, lexicógrafa hasta archivera. Moliner dedicó toda su vida a la lengua española y así lo reflejó en los más de 15 años que le llevó terminar su "Diccionario de uso del español". Aragonesa de nacimiento, nació en Paniza, pequeña localidad de Zaragoza el 30 de marzo de 1900.

A pesar de su laborioso trabajo y lo indiscutible de la calidad del mismo (el diccionario sigue estando muy vigente) la Real Academia de la Lengua no le concedió jamás una butaca.

Cuando la poeta y narradora murciana, Carmen Conde Abellán, consiguió entrar a la RAE (fue la primera mujer en hacerlo, ocupando la letra K), utilizó su discurso para rememorar a todas las mujeres cuyo trabajo se había obviado y silenciado anteriormente. "Permitid que también manifieste mi homenaje de admiración y respeto a sus obras". Estas palabras recordaron a muchos el rechazo a académicas como María Moliner o Emilia Pardo Bazán.