La ley de convivencia universitaria -la que penaliza las novatadas, los plagios y el acoso- comienza su andadura parlamentaria después de que el Congreso haya rechazado hoy la enmienda a la totalidad presentada por el PP. Los diputados de ERC también se oponían de plano a la norma del departamento que dirige Manuel Castells, pero llegaron a un acuerdo y retiraron su enmienda a la totalidad. El texto, pues, será ahora debatido en comisión y remitido al Senado una vez que se haya aprobado en la cámara baja. 

El ministro de Universidades defendió el texto legislativo, que sustituirá a un decreto de 1954, cuando España era una dictadura. Esa ley tan punitiva solo estaba dirigida a los alumnos y alumnas mientras que la futura también atañe a docentes, investigadores y personal administrativo. Castells ha insistido en que la ley supondrá salvaguardar el principio de igualdad, las libertades y las garantías constitucionales y las sanciones a las faltas -que podrán ser leves, graves o muy graves- será proporcionales y podrán ser sustituidas por medidas de carácter educativo, deportivo o de salud pública. “Apostaremos por la mediación en los conflictos y serán las universidades [tanto a las 50 públicas como a las 37 privadas] las que desarrollen sus propias normas de convivencia”, ha subrayado Castells. 

El ministro ha aprovechado para pedir a los diputados y diputadas de todos los partidos que pongan freno a la actual “polarización política e ideológica”, algo que “erosiona la capacidad de convivir como humanos”. “Urge romper este proceso destructivo y encontrar otras formas de debatir nuestras legítimas desavenencias”. Castells ha puesto como ejemplo la universidad, un espacio donde debe reinar "la tolerancia, el diálogo y la convivencia”.

Normas

La futura norma prevé que las personas que cometan acciones de carácter muy grave, con "menoscabo de la dignidad", violencia grave, acoso sexual o discriminación por sexo, orientación sexual, discapacidad o religión puedan ser expulsadas durante un periodo de entre dos meses a tres años de la universidad o pierdan los derechos de matrícula parcial durante un año académico. También estarán consideradas como faltas muy graves plagiar total o parcialmente una tesis doctoral o el trabajo de fin de grado o máster.

La nueva ley reformula el marco de convivencia universitaria poniendo el acento en el ejercicio de las libertades y los derechos fundamentales, y la convivencia activa y corresponsable entre todas las personas que integran la comunidad universitaria. El régimen disciplinario o sancionador únicamente entrará en juego cuando las partes rechacen acudir al procedimiento de mediación. También cuando cuando la conducta sea especialmente grave (como los casos de acoso y violencia de género, el fraude universitario o la destrucción de patrimonio) o cuando las partes no consigan llegar a un acuerdo".