En el arranque de la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), España se ha comprometido a aumentar su aportación a los fondos de solidaridad climática para ayudar a los países en vías de desarrollo a hacer frente a la crisis climática. Así lo anunció este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso ante los líderes de todo el mundo. "Nos comprometemos a aumentar la financiación climática para llegar a 2025 con un incremento de un 50% respecto a nuestro compromiso actual. Nuestro objetivo es alcanzar los 1.350 millones de euros anuales a partir de 2025", explicó en su intervención el presidente.

El anuncio de Sánchez supone una respuesta directa ante la ‘promesa incumplida’ de los 100.000 millones contra la crisis climática; un acuerdo que hace ya una década los países de renta alta alcanzaron para ayudar a las zonas más pobres del planeta a mitigar el impacto de la crisis climática y que, a día de hoy, todavía no se ha cumplido. "El cumplimiento del objetivo de los 100.000 millones de dólares va a ser una de las pruebas de fuego de la COP26 a la hora de recuperar la confianza entre los países del norte y el sur. España hará de su parte", sostuvo el presidente en relación con el aumento del compromiso español con este programa solidario.

En su discurso, Sánchez también anunció que España donará el 20% de sus nuevos Derechos Especiales de Giro (DEG) a países vulnerables. Esto, según recoge el comunicado de Moncloa, "supondrá un mínimo de 350 millones al Fondo para la Reducción de la Pobreza del FMI y el resto al nuevo Fondo para la Resiliencia y la Sostenibilidad, una vez se haya creado". Asimismo, España también se ha comprometido a aportar 30 millones de euros al fondo de adaptación de Naciones Unidas en 2022.

Objetivos sostenibles

Sánchez fue el primero en tomar la palabra durante la cumbre mundial de los líderes que este lunes siguió al acto inaugural para las negociaciones de Glasgow. "Desde que nos reunimos en Madrid hace dos años [en la COP25], la certeza de los catastróficos riesgos de la emergencia climática es cada vez mayor", destacó el presidente. "Los científicos certifican el código rojo en el que nos encontramos. La buena noticia es que sabemos lo que hay que hacer. Pero necesitamos determinación política y acción inmediata", añadió.

El presidente aprovechó su discurso para "alinear la ambición a corto plazo con una mirada de largo alcance". Concretamente, Sánchez pidió reducir emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5 grados centígrados [en línea con el acuerdo alcanzando este fin de semana por el G20 en Roma]. "Debemos apostar por las energías renovables, la eficiencia energética, la movilidad limpia, la conservación y restauración de ecosistemas y la rehabilitación urbana. Debemos abandonar los combustibles fósiles, y es fundamental proteger la biodiversidad y preservar nuestros océanos y la Antártida", remarcó. 

30.000 millones en transición

En cuanto a la transición ecológica española, Sánchez destacó que en los últimos cuatro años España ha reducido la generación eléctrica de carbón en un 90%. Otro de los logros que el presidente lució ante sus homólogos internacionales fue la primera ley de cambio climático y transición energética del país y "la decisión de destinar casi 30.000 millones de euros en los próximos tres años a la transición ecológica". "Y esa es la mejor expresión de nuestra voluntad política", sentenció.

En el primer día de la Cumbre del Clima de Glasgow, Sánchez también se mostró esperanzado con que esta COP26 "suponga el punto de inflexión que impulse un verdadero cambio de rumbo del planeta a través de una acción solidaria, contundente y urgente". Este optimismo, compartido por jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, tiene dos semanas para trasladarse en nuevos acuerdos climáticos. El día 12 de noviembre sabremos si la COP26 ha logrado, por fin, transformar la teoría en la práctica. Las promesas, en acuerdos.