Dos imputados y dos testigos admitieron este jueves ante la jueza que se produjo un "error" en el desahucio de Rosario Bravo, de 97 años, ocurrido el 19 de febrero 2021 en l'Hospitalet de Llobregat, según las fuentes jurídicas consultadas por El Periódico de Catalunya. El fallo se produjo ante una mala identificación del piso que se debía proceder a su desalojo. La comitiva judicial se equivocó de residencia y lo acabó pagando la anciana, que jamás dejó de abonar el alquiler. Sus enseres y recuerdos de toda la vida quedaron en la calle.

"Fue un error, pero no un delito", aseguraron algunas de las fuentes que, además, apuntan a que sería prudente llegar a un acuerdo extrajudicial y no tener que dilucidar el asunto en los tribunales de justicia, como es el caso. La familia de Rosario Bravo ha emprendido acciones judiciales contra los responsables de la acción. Por esta razón, en el Juzgado de Instrucción número 2 de l'Hospitalet se ha procedido a la declaración en calidad de imputados de un empleado de la administración de fincas y el cerrajero que cambio la cerradura de la puerta de la vivienda. También comparecieron ante la jueza dos testigos: la procuradora que representaba a la propiedad y que participó en el desahucio y un oficial del juzgado que estuvo presente.

Los indicios

En los interrogatorios, tanto los testigos como los imputados insistieron que se produjo un fallo al señalar la vivienda que debía ser desalojada, aunque precisaron que "todos los indicios" indicaban que era la de Rosario Bravo, cuando no era así. Su puerta, según su versión, es la única que había en el ático. Al parecer, una vecina corroboró a la comitiva judicial que era ese piso el que se indicaba en el oficio judicial, pero no se le preguntó, por ejemplo, por el nombre de la inquilina, lo que quizá hubiera evitado el error.

En el desahucio no estaba presente ningún representante de la propiedad y que por parte de la misma estaba la procuradora, que es la que ha declarado como testigo, según fuentes de la acusación. El oficial judicial mostró durante su interrogatorio un escrito de su superior en el que le exculpa de cualquier negligencia y considera excesiva la reclamación de la familia de la anciana. El abogado de la acusación, Jesús Rodríguez, tiene la intención de solicitar nuevas testificales Así estima relevante la declaración de la vecina que supuestamente indicó a la comitiva judicial el piso.

Acto nulo

Paralelamente se está a la espera de la ejecución del auto que declaraba nulo el desahucio. Sin embargo, es muy posible que no se lleve a cabo hasta que la causa penal que se lleva en el juzgado de l'Hospitalet no esté acabada. Cuando se pueda practicar, la familia de Bravo podrá proceder a reclamar por la vía civil los perjuicios. Los enseres perdidos, según la familia dela anciana, sumaron inicialmente la suma de 23.000 euros, aunque la lista ha crecido cada vez que se repara en algún elemento desaparecido. A ello se debe añadir el daño moral, que está pendiente de evaluar.

En su día, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) admitió el "error", pero responsabilizó al representante de las fincas por indicar correctamente el inmueble. La nieta de Rosario, por su parte, atribuyó los hechos a un "cúmulo de errores" y denunció que, a pesar de darse cuenta de lo sucedido pudiendo recuperar rápidamente la vivienda, el inmueble fue vaciado y desconocían donde estaba todo lo que se habían llevado, como electrodomésticos, vajillas, objetos personales, fotos y una memoria de su vida que estaba escribiendo Rosario Bravo. La anciana se trasladó a vivir a casa de su hijo.