La Federación Española de Ortesistas Protesistas (FEDOP) aplaude la medida anunciada por el Ministerio de Sanidad sobre la exención del copago ortoprotésico para los colectivos más desfavorecidos. Una iniciativa que, indican desde el sector, llevaban tiempo reclamando y que es muy beneficiosa. "Era injusto", señalan desde la entidad a 'El Periódico de España'. Además, aprovechan para quejarse del impacto de la pandemia en el sector: el aumento de costes de materias primas para la fabricación de productos que van desde las prótesis ortopédicas hasta bastones, andadores o muletas.

Esta misma semana, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, llevaba al Consejo de Ministros la nueva Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS). Una normativa que, entre otros aspectos, persigue evitar la incorporación de nuevos copagos sanitarios, como ya sucede con los establecidos para los medicamentos, en prestaciones que hasta la fecha no están impuestos, como el transporte sanitario no urgente o los productos ortoprotésicos.

Esta medida se suma a la que entró en vigor a comienzos de 2021 relativa, como se ha dicho, a la ampliación de colectivos exentos de pagar fármacos, una iniciativa que beneficia a cerca de seis millones de personas, entre otras las familias de menores con discapacidad -más de 112.000 personas en España- o los pensionistas con rentas más bajas. Es decir, los colectivos más desfavorecidos.

Productos de amplio consumo

La eliminación progresiva de los copagos es uno de los compromisos adquiridos por el departamento que dirige Darias. Ahora, Sanidad va un paso más allá. Según explica a este diario Pedro Alonso, responsable de Gestión de FEDOP, en 2012, el Gobierno fijó las bases para establecer los importes máximos de financiación en ortoprótesis. Antes, cada comunidad autónoma establecía su propio catálogo de prestaciones lo que daba lugar a importantes diferencias.

En relación a la nueva medida anunciada por el Ejecutivo, Alonso diferencia entre las prótesis -como las que sustituyen a un miembro cuando, por ejemplo, hay amputación- y los productos que se incluyen bajo el paraguas de ortesis, que son de uso externo, no implantables, y que se destinan a modificar las condiciones funcionales del sistema neuromuscular o del esqueleto. Una serie de dispositivos que ayudan en la función de un miembro del cuerpo: andadores, collarines, bastones, muletas, calzado ortopédico...

Productos sanitarios, señala, de "amplio consumo" cuyo coste, en el caso de las personas con las rentas más bajas, supone un problema. Cita un ejemplo: una faja ortopédica sencilla puede costar unos 60 euros y la aportación del paciente que la adquiere puede ser de la mitad de su precio. Por tanto, reitera, que las personas más vulnerables tuvieran acceso a esos productos sanitarios -es decir que se les exima del copago- era de justicia y una medida que la entidad estatal -que representa a casi 500 ortopedias y 54 fabricantes y distribuidores- llevaba tiempo reclamando. Desde la federación la consideran "muy positiva".

Importantes máximos de financiación

Además, señala Alonso, la nueva ley busca la homogeneidad de las prestaciones en todas las comunidades autónomas, lo que es más complicado, admite. Así, detalla, la actualización de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud en la prestación ortoprotésica, de 2020, que ponía al día a un catálogo vigente durante décadas, incorporaba una prestación más igualada para todos los usuarios con unos importes máximos de financiación.

Desde entonces, prosigue el dirigente de FEDOP, las regiones pueden mejorar ese catálogo de productos de los que se benefician hasta cuatro millones de personas en España. Así, en algunas, como Andalucía, incluyen la financiación de plantillas ortopédicas y otras, como la Comunidad Valenciana, los cascos craneales para bebés con malformaciones.

Sin embargo, en otras regiones, ese tipo de productos no están incluidos. Los precios, explica, los fija el Ministerio de Sanidad, pero también entre comunidades hay diferencias en las formas de pago. En unas, es la ortopedia la que presenta la factura al sistema de salud. En otras, es el paciente el que va a la ortopedia, compra el producto, lo paga y, con su factura, solicita el reintegro de gastos. En el caso de las ortopedias que pasan el importe a las administraciones autonómicas, hay comunidades que registran "serios problemas" porque el pago se realiza con "enormes retrasos" denuncia la federación.

Abogan por la libre competencia

"Lo que no hay que confundir es la aportación del usuario, que es copago, con lo que en el sector se denomina coloquialmente mejora", señala Alonso. La federación que representa aboga por aplicar los principios de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, que se refiere a un precio de referencia y no a un precio final, es decir, que la Seguridad Social financie según sus posibilidades, pero que no establezca un precio, ya que éste, opinan, debería ser el resultante de la libre competencia en el mercado de las empresas de ortopedia.

"Hay comunidades autónomas que tienen problema en admitir esta mejora. Y en eso consiste la equidad, en atender a la necesidad de cada paciente", añade el representante de FEDOP. En la misma línea, la federación, pone sobre la mesa "el grave problema" al que se enfrentan las ortopedias debido al aumento del precio de las materias primas y los transportes. Consideran que el nuevo catálogo que publicó el Ministerio pretendía dar mejores prestaciones y calidades; sin embargo, los importes máximos de financiación establecidos se han quedado obsoletos tras la pandemia y el aumento de costes.

El impacto del coronavirus

Desde la federación subrayan que la crisis del coronavirus ha supuesto un "enorme aumento" de costes de determinadas materias primas habituales en los productos ortoprotésicos y que los precios continúan su escalada sin previsión de que vuelvan a niveles anteriores a la pandemia. Afectan a materiales necesarios en la ortopedia: metales, componentes electrónicos y, en especial, plásticos y embalajes, por el frenazo que ha sufrido su producción y al cambio de comportamiento del mercado en el último año.

Según FEDOP, se está produciendo una insuficiencia en los abastecimientos para la fabricación de estos productos sanitarios, además de clínicas u hospitales. La entidad explica que todos los distribuidores de productos ortoprotésicos reciben mucha menos cantidad de materias primas de la que solicitan. Esa carestía ha provocado una drástica subida en los precios de entre un 80% y un 160%. Además, los costes de los fletes y el transporte (tanto marítimo, aéreo y terrestre) también se han visto disparados en los últimos meses, llegando a cuadruplicar sus precios, advierte la entidad.

Unos costes que, aseguran, asumen de forma directa las empresas de fabricantes y distribuidores y, de forma indirecta, los propios establecimientos que ven aumentados los precios de los productos, mientras se esfuerzan en continuar en el mercado con un reducido margen comercial, poniendo en riesgo su viabilidad como empresas y, aseguran, sin repercutir estas subidas en los clientes finales.