Se llama Taryn de Vere y el confinamiento por la pandemia hizo que se le ocurriera una idea en año nuevo que la está llevando a la fama: diseñar vestidos inspirados en productos de supermercado para cada día de enero. Esta escritora y diseñadora irlandesa se propuso este reto y los resultados, que está difundiendo en las redes sociales, se han convertido en virales.

Los atuendos de quien se autodescribe como "posiblemente la mujer más colorida de Irlanda" han fascinado a los usuarios. Se la ha podido ver con vestidos que emulan desde una caja de compresas hasta tubos de pasta de dientes, pasando por detergentes o lejías.

"El color me hace sentir viva y alegre; los colores apagados me hacen sentir triste y deprimida, es así de simple", dijo a la agencia de noticias PA.

Todas sus creaciones las realiza a partir de objetos y ropa que ya poseía: "Mi única regla para este proyecto era usar cosas que ya tengo. Me encanta el aspecto de sostenibilidad de este desafío".

Sorprendida por la repercusión mundial de sus diseños, su mayor preocupación es que "si hubiera sabido lo grande que sería esto y cuántas personas verían mis fotos, probablemente habría planchado mi ropa antes de fotografiarlas".