Los agradecimientos públicos femeninos en las redes sociales hacia determinados comportamientos masculinos que consideran correctos o elegantes no salen siempre bien parados. En Alicante hubo un claro ejemplo de ello hace unos meses cuando la concejala de Unides Podem Vanesa Romero quiso felicitar en Twitter a un hombre que se cambió de acera para no ponerla "nerviosa" al caminar detrás de ella siendo de noche. La edil apuntó en su mensaje que desearía que más hombres realizasen esos "pequeños gestos" para dar tranquilidad a las mujeres.

Sin embargo, muchas de las reacciones al tuit se le volvieron en su contra, al ser tachada su actitud por numerosos usuarios (mujeres incluidas) como paranoica.

Ahora ha sido una joven estadounidense la que se ha visto golpeada por ese mismo efecto bumerán. Libby Christensen, una universitaria de Kansas, publicó en TikTok un vídeo en el que aparece ella haciendo sentadillas en un gimnasio con una leyenda en la que agradece al hombre que está detrás de ella que no la mirase.

@libbychristensen ty for your service kind sir #gymtok #girlwholift #YerAWizard ♬ The Golden Girls - The Main Title Theme - TV Themes

La chica afirma que se sentía "incómoda" ante la idea de que la pudiese estar mirando fijamente, pero estaba muy agradecida de que su trasero no fuera el "centro de atención" del otro usuario del gimnasio. "Vi el vídeo a la vuelta y me sentí a gusto", concluye, tras comprobar que el hombre no levanta la vista del suelo hasta que empieza su propia rutina de ejercicio.

"¿No crees que él está 'incómodo' contigo grabándole?", la pregunta un usuario, mientras que otros abren un espinoso debate, con centenares de comentarios, al cuestionar si su atuendo corto y ceñido es el óptimo para alguien que no quiere llamar la atención.

Libby Christensen promociona en sus canales sociales ropa deportiva del estilo de la que usa en el vídeo.

"Contrariamente a la creencia popular, la mayoría de las personas en el gimnasio van a hacer ejercicio, no a mirar a otras personas", le apunta otro usuario.

"Nosotros, los chicos, también podemos sentirnos incómodos en esta situación porque no queremos parecer unos salidos, así que miramos torpemente al suelo o algo así", sostiene otro.

"Cuando estoy en esa situación en el gimnasio, tengo que irme a otro sitio por miedo a que la mujer piense que soy un asqueroso. La sensación incómoda va en ambos sentidos a veces", declara otro hombre.