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Un problema de salud pública global

La amenaza de la tuberculosis crece a causa del covid

Con más de 70.000 años de historia, es la pandemia más antigua de la humanidad. Cuesta pensar que esté presente en una ciudad como Barcelona, pero así es. Serveis Clínics, en Sarrià-Sant Gervasi, es el único centro de tuberculosos de España. El coronavirus está aumentando las muertes por esta enfermedad, que se ha dejado de seguir y de detectar

Serveis Clínics, centro de referencia de tuberculosis de Cataluña

Serveis Clínics, centro de referencia de tuberculosis de Cataluña

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Serveis Clínics, centro de referencia de tuberculosis de Cataluña Beatriz Pérez

Es la enfermedad infecciosa y, a la vez, la pandemia más antigua de la humanidad: el ser humano convive con ella desde el Paleolítico. Actualmente, una cuarta parte de la población está infectada sin saberlo y cada año hay en todo el mundo unos 10 millones de casos. La tuberculosis era, antes del covid-19, la primera causa de muerte de origen infeccioso en el mundo. Mucha gente la considera erradicada y no es así. En Cataluña se dan alrededor de mil casos cada año. Cualquiera puede infectarse y padecerla.

"En estos dos años, el coronavirus se ha comido gran parte de los recursos sanitarios y eso ha impactado también en la tuberculosis. La OMS calcula que se han detectado un 18% menos de casos durante el 2020. Y, si no la detectas, la enfermedad evoluciona y sigue contagiando", alerta el epidemiólogo de la Agència de Salut Pública de Barcelona (Aspb) Joan Pau Millet, a su vez co-director médico de Serveis Clínics. Serveis Clínics es un centro sociosanitario de Barcelona, ubicado en Sarrià-Sant Gervasi, especializado en el tratamiento integral de la tuberculosis. Es el único centro de internamiento de tuberculosis de España y el de referencia de toda Cataluña. El coronavirus aumentará la mortalidad por tuberculosis en unos 400.000 casos más por el covid-19, según se estima. En 2020 hubo un 7% más de muertes en comparación con 2019. "Ya es un problema de salud pública global y será un problema de primer orden en los próximos años", advierte este epidemiólogo.

Serveis Clínics se creó en 1993, el mismo año en que la OMS decretó la tuberculosis como una emergencia de salud pública global, "igual que se hizo con el covid-19 en 2020", precisa Millet. El objetivo del centro era y es tratar a las personas más vulnerables desde un punto de vista médico pero también desde un punto de vista social, ya que suelen ser personas con problemas para llevar a cabo el aislamiento mínimo de dos semanas (como el de covid-19, mientras los enfermos son contagiosos) y seguir con el tratamiento los seis meses que este dura. Actualmente, en Serveis Clínics conviven día y noche unos 47 pacientes de todas las edades, de los cuales el 80% son extranjeros. Además del internamiento, este centro de tuberculosis dispone de equipos de apoyo (los llamados 'Etoda') que administran el tratamiento de forma ambulatoria. Serveis Clínics, que trabaja de manera multidisciplinar y en coordinación con otros actores del programa de tuberculosis, ha logrado disminuir mucho el número de casos de tuberculosis en Cataluña, al favorecer la curación y evitando el contagio.

70.000 años de historia

La tuberculosis es una enfermedad contagiosa, sí, aunque menos que el covid-19. Esto es debido a que las bacterias (la tuberculosis está causada por un tipo de ellas: el Bacilo de Koch) se replican a menor velocidad que los virus. Puede parecer por ello menos grave, pero los médicos avisan de que la tuberculosis convive con el ser humano desde aproximadamente 70.000 años. "Y no la hemos podido erradicar. A partir de los años 50, con los antibióticos, empezamos a curarla", subraya el neumólogo Xavier Casas, también co-director médico de Serveis Clínics.

Esta enfermedad se contagia por vía aérea y, aunque puede afectar a todos los órganos del cuerpo, daña sobre todo el pulmón. "Cuando afecta al pulmón, los síntomas son parecidos a los del covid-19: fiebre, tos… Y también hemoptisis, que es la emisión de sangre por la boca procedente del tracto respiratorio. La tuberculosis provoca unas cavidades en el pulmón y hace que sangre", prosigue Casas. Esa cuarta parte de la población mundial (cerca de 2 mil millones de personas) que tiene la infección de tuberculosis latente (es decir, en estado de reposo, sin manifestaciones clínicas) podría desarrollar la enfermedad si le bajasen las defensas.

Una cuarta parte de la población mundial tiene la infección latente y podría desarrollar tuberculosis si bajan sus defensas

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Como explica la jefa del Servicio de Epidemiología de la Aspb, Cristina Rius, a veces es difícil detectar la tuberculosis porque tiene una "sintomatología muy inespecífica". "En una ciudad como Barcelona cuesta pensar en ella ante una tos, por ejemplo. Que todo el sistema sanitario se haya centrado en covid ha hecho que esta enfermedad mas inespecífica quede desatendida", explica. Al igual que el coronavirus, la tuberculosis requiere de un buen estudio de contactos, algo que en Barcelona se ha dejado de hacer por la pandemia, ya que los recursos disponibles solo han permitido priorizar los casos "más graves y contagiosos".

La sala de fisioterapia de Serveis Clínics con el fisioterapeuta Pere García. Ferran Nadeu

Largos tratamientos

Cuando, a principios de los 90, abrió Serveis Clínics, la incidencia de la tuberculosis en Barcelona era "altísima": de unos 70 casos por 100.000 habitantes. Ahora, con los indicadores del covid-19 disparados, quizás no parezca tan elevada. "Sin embargo, el covid-19 se cura en una semana. Para la tuberculosis necesitas varios meses de tratamiento", advierte Millet. "El perfil del paciente cambió mucho con los años. En los 90, la tuberculosis estaba muy unida al VIH", añade.

Los pacientes llegan a Serveis Clínics a través de los cribados en los comedores sociales, de la búsqueda de casos en la calle y de los hospitales

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Ahora el perfil del paciente de Serveis Clínics es, mayoritariamente, el de una persona vulnerable. Muchos de ellos son extranjeros. Algunos consumen drogas y, en el momento en que fueron diagnosticados, dormían en la calle. "A estas personas le cuesta aún más seguir el tratamiento porque es largo. Durante el tiempo que están aquí, intentamos que desarrollen herramientas para poder reinsertarse mejor en la sociedad una vez salgan", explica Casas. Así, en Serveis Clínics trabajan no solo médicos, sino también psicólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales. Los pacientes llegan derivados a través de los cribados en los comedores sociales o de la búsqueda activa de casos en la calle, pero sobre todo a partir de los informes médicos que llegan desde los hospitales de Cataluña.

No solo "de pobres"

Pese a que Serveis Clínics está destinado a pacientes vulnerables y la tuberculosis tradicionalmente ha estado asociada a la pobreza, esta enfermedad puede afectar a personas de cualquier sector social. "No es una enfermedad solo de pobres. También hay enfermos en los barrios más acomodados. Te puedes contagiar en el avión o en el metro. Hay estudios de ello. Eso sí, la incidencia suele ser mayor en distritos más desfavorecidos como Ciutat Vella", señala Millet. Las personas con el sistema inmunológico más débil (como los trasplantados, inmunodeprimidos o pacientes con tratamientos contra el cáncer) suelen ser más proclives a contagiarse de tuberculosis.

Uno de los grandes problemas que afronta la tuberculosis desde hace dos décadas es la resistencia a los antibióticos

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Aunque desde mediados del siglo pasado se avanzó en la cura de la tuberculosis, a partir del año 2000 comenzó a haber problemas por la aparición de resistencias a los antibióticos. De hecho, Serveis Clínics también es centro de referencia para atender a enfermos que presentan este tipo de problemas. "Por eso, además de tratar las enfermedades asociadas a la tuberculosis, a los pacientes les damos a menudo 3 o 4 tipos de antibióticos, para que no haya resistencias", recalca el neumólogo Xavier Casas. La tuberculosis, advierte, sigue siendo una "emergencia de salud pública global". Y lo será más en los próximos años. Cada año fallecen 1,5 millones de personas en el mundo, de los cuales 250.000 son niños.

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