Es una de las cifras que más dan que hablar y una de las cuestiones que mayor debate generan. Ya se sabe lo que ha costado al Ayuntamiento de Badajoz que el showman Mario Vaquerizo se subiese el viernes pasado al balcón del consistorio para pronunciar el pregón del Carnaval 2022: 11.000 euros. Una cantidad redonda. Es la propuesta de gasto de la Concejalía de Ferias y Fiestas aprobada por la Junta de Gobierno Local para el pregonero, que se abona a quien ha actuado en su representación, ML Evengroup SLU, que figura como proveedor y que, obviamente, se llevará un porcentaje por su intermediación en el contrato.

Los 11.000 euros están en la media de lo que supone a las arcas municipales contratar a un pregonero para dar el pistoletazo de salida al Carnaval cuando se trata de un personaje conocido de fama nacional. Así, el humorista Carlos Latre, que fue el pregonero en 2018, le costó al ayuntamiento 10.000 euros y el actor Fernando Tejero, 12.100 euros. En este último caso fue polémico porque cuando el grupo municipal socialista dio a conocer cuánto cobraba Tejero, el actor criticó la reacción de la oposición municipal en sus redes y aseguró que, de esta cantidad, él no recibía ni la mitad. Fernando Tejero fue el pregonero de 2019 disfrazado de San Pedro, por aquello de que es el portero del cielo, el mismo cargo que él desempeña en la famosa serie de televisión que le ha dado tanta fama. En 2020, el último antes de la crisis sanitaria, el pregón corrió a cargo de personajes locales que protagonizan el Carnaval, pues se subieron al balcón del palacio municipal tres mujeres carnavaleras, en representación de las comparsas, murgas y artefactos: Alexia Sánchez, Pepa Montesinos y Tamara Pulido.

Carlos Latre es y será uno de los pregoneros más recordados. Su pregón se prolongó durante más de 20 minutos y el humorista supo introducir en su intervención hasta 16 personales, desde Fragoso a Julio Iglesias, Boris Izaguirre, Los Chunguitos y el Rey Emérito, con los que hizo un repaso a temas de la ciudad. Se preparó el pregón a conciencia. A su saber hacer y profesionalidad sumó la promoción previa que Carlos Latre realizó del Carnaval de Badajoz durante una entrevista en el programa 'El Hormiguero', en la que mencionó expresamente que sería el pregonero de esta fiesta. Una publicidad impagable en un programa de televisión de gran audiencia.

El pregón de Mario Vaquerizo era muy esperado. No en vano más de 8.000 personas aguardaron su intervención en la plaza de España. Nunca ha estado tan abarrotada esta plaza para este acto, con el que oficialmente se abre el Carnaval en Badajoz. También es verdad que después había fuegos artificiales. Pocas horas antes de ese mismo viernes, el marido de Alaska colgó en sus redes sociales un vídeo en el interior de una tienda de disfraces donde contaba que se estaba preparando para viajar a Badajoz donde iba a pregonar su Carnaval. Llegó al ayuntamiento disfrazado de Drácula, posó para todo aquel que se lo pidió y ejerció de divo cercano, amable y sonriente. El pregón no se lo preparó. Ya había anunciado en una entrevista con este diario que su intención era improvisarlo sobre la marcha. Los nervios y haberse confiado a la improvisación restó mensaje a su discurso que, aunque entusiasta, careció de contenido, solo frases hechas deslavazadas. El público que lo veía y lo escuchaba desde abajo lo dio por bueno, porque lo ovacionó. Vaquerizo se dejó ver después en el teatro López de Ayala, donde llegó a subirse al escenario durante la actuación de la primera de las murgas en la final del concurso. Vaquerizo es sobre todo imagen y fue lo que proyectó.