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Trifulca

Obligado a bajar del avión con destino a Ibiza por no cerrar la bolsa del perro

Un pasajero se niega a bajar la cremallera del transportín y tiene que abandonar el vuelo

Un avión de Vueling en la terminal ibicenca. | J.A.RIERA

¿Puede usted cerrar la cremallera de la bolsa, por favor? Esta pregunta, formulada con "mucha educación" según un testigo, fue el detonante del retraso la noche del pasado martes de un vuelo con origen en Barcelona y destino en Ibiza. Dentro del transportín, un perro de reducidas dimensiones. Su responsable, un ciudadano italiano procedente de Roma.

La negativa de este pasajero obligó a intervenir a toda la tripulación del vuelo, que no logró convencerle. Según relata otro viajero, sentado varias filas más atrás de la que ocupaba el hombre con su perro, la trifulca comenzó cuando el avión se dirigía a la cabecera de la pista. Era el vuelo VY3518 de Vueling con salida prevista a las 20.50 horas.

"Cada vez se mostraba más beligerante y se negaba a cerrar la bolsa", apunta el testigo, residente en Ibiza. La discusión llegó a tal punto que el pasajero, que no entendía que en los vuelos de Bérgamo a Roma y de la capital italiana a la Ciudad Condal no le obligaran a sellar el transportín y sí lo hiciera la tripulación de Vueling, dejó libre al perro, que estuvo unos minutos correteando por el pasillo del avión.

"Se puso violento y tanto las azafatas como el resto de la tripulación le advirtieron de que iban a llamar a la Guardia Civil" para que le bajara del avión. Y así sucedió casi una hora después, cuando los agentes le sacaron del aparato. "Había una señora con varios menores que le increpó por retrasar el vuelo, y otra que temía perder la barca hacia Formentera", cuenta este testigo a Diario de Ibiza.

En la web de Vueling se indica sobre el transporte de animales: "Cualquiera dentro de la lista de permitidos a bordo que se pueda llevar en un transportín homologado, que no sea rígido, y que cumpla con las siguientes medidas: 45x39x21 centímetros y 10 kilos con la mascota dentro". Y añade que durante el vuelo, "deberás colocar el transportín, con tu mascota dentro, en el suelo, entre tus piernas o bajo el asiento delantero. No podrás sacarla del transportín hasta el desembarque del avión". Un detalle que a buen seguro este pasajero díscolo tardará en olvidar.

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