Un beso. Un cosquilleo. La plenitud de compartir momentos con la persona que tú quieres. Esas sensaciones son iguales en una pareja heterosexual, de hombres o de mujeres. Sin embargo, existen realidades que, en algunas ocasiones, quedan relegadas a la sombra o pasan más desapercibidas. Entre ellas las relaciones lésbicasAfianzar referentes de mujeres lesbianas, garantizar la igualdad y el respeto y cultivar la tolerancia para que todas las mujeres puedan ser lo que quieran ser y, lo más importante, puedan amar y desear a quien quieran.

Son algunos objetivos que se reivindicaron el martes, en el Día de la Visibilidad Lésbica, para naturalizar y normalizar las relaciones amorosas entre dos mujeres. Levante-EMV habla con mujeres de distintas generaciones. ¿Falta mucho por hacer? Alicia y Laura tienen 22 años, son pareja desde hace dos años y viven juntas en València. Explican a este periódico que, bajo su punto de vista, las nuevas generaciones tratan la homosexualidad con más normalidad.

Alicia y Laura, ayer en València. F. Bustamante

Con todo, denuncian que si buscas en internet: "lesbiana", la mayoría de imágenes que salen son mujeres sexualizadas. "¿En qué momento una relación de pareja se sexualiza de esa forma?", se pregunta Alicia e intuye, que es una parte más de un sistema patriarcal que todavía hoy sexualiza a las mujeres.

 

Sin restar importancia

Ambas coinciden en que la visibilidad lésbica es importante para llamar a las cosas por su nombre, sin quitarle ninguna importancia. "A veces se dirigen a Laura como ‘mi amiga’ y yo respondo, ‘¿qué amiga? somos novias’", dice. Se dan pasos, coinciden ambas, pero van poco a poco. "Se tiene que hablar de que las relaciones sentimentales entre mujeres existen, son naturales y no hay que dar más vuelta de hoja. Somos novias", sentencia Alicia.

Apunta que hace falta referentes de lesbianas en la vida pública y que, gracias a que cada vez hay más, las niñas podrán saber antes que les atraen las chicas. "Si hubiera tenido los referentes que empieza a haber, la Alicia de 13 años hubiera aceptado antes que era lesbiana". Pero también ve importante destacar relaciones de parejas de a pie. Como la suya. Que eso también existe. 

Sara tiene 24 años y comparte su vida con Almudena, su novia. Cree que si algo hay que mejorar, es la aceptación de la orientación sexual libre. "Hay todavía familias que no aceptan la homosexualidad de sus hijas, aunque por suerte, cada vez son menos", dice.

Sara y Almu, en una foto que han proporcionado a Levante-EMV.

Tanto Alicia como Sara coinciden en que está bien visibilizar a las mujeres lesbianas, pero que hay que hacerlo con naturalidad. "Hay series o películas que lo meten con calzador y así no acabas de normalizarlo", dicen ambas. De hecho, Sara y Almu se hicieron virales durante las fallas de septiembre de 2021 en Twitter al subir una foto besándose ante la falla de Torrent Cronista Vicent Beguer, del artista Chucky, que escenificaba un beso entre dos mujeres.

Menos estigmatizado

Estefanía es activista en el Col·lectiu Lgtbi Lambda e ingenieria informática y tiene 34 años y aunque en su entorno nunca la han discriminado por su orientación, en el trabajo "he sufrido discriminación por ser mujer pero no lesbiana, pero si situaciones incómodas en las que me planteo si me beneficia decir que mi pareja es una chica". De ahí, comenta, la importancia de este día de visibilidad. Hace falta referentes, protocolos ginecológicos para no dar por hecho que tu pareja sexual es un hombre y herramientas nuevas. "Si las mujeres ya estamos discriminadas, si vas añadiendo atributos más aún. Lesbiana, transexual, racializada".

"Las relaciones lésbicas están menos estigmatizadas, pero falta educación en todos los ámbitos"

¿Están naturalizadas las relaciones lésbicas? "Están menos estigmatizadas, pero falta educación en todos los ámbitos". Dice que "igual que tenemos cursos de prevención de riesgos laborales, haría falta formaciones para que la gente conozca estas realidades".

Ana, por su parte, es una mujer de 66 años que lleva diez casada con Vicky. Se casaron tarde, pero lo hicieron por seguridad de ambas, por si algún día ocurre algo. "Ya que se aprobó una ley que permitía el matrimonio, teníamos que casarnos para apoyar la norma y además asegurarnos un futuro estable", dice al otro lado de la línea telefónica. Llevan muchos años juntas, compartiendo la vida. Ana aplaude las leyes igualitarias y recalca que "yo no reivindico nada, solo vivo con naturalidad la vida que quiero vivir". Desde que tenía veinte años ha estado con hombres y mujeres, "vi que la vida podía ser otra cosa, también a nivel político, me involucré en movimientos feministas y simplemente viví mi vida".

Una de cada diez ha dejado su empleo por conflictos con su orientación

Según datos de un estudio de la FELGTBI+ (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más) que hace públicos el colectivo Lambda, una de cada 10 mujeres lesbianas ha dejado su empleo por conflictos derivados de la falta de respeto a su orientación sexual. El mismo porcentaje teme visibilizarse por las bromas, el miedo al aislamiento y el miedo a represalias. Por eso, desde Lambda exigen "la implantación de medidas dirigidas a erradicar la discriminación machista y lesbofóbica dentro del ámbito laboral, tanto castigar los comportamientos discriminatorios como potenciar los referentes positivos en cada sector".

Aunque Ana dice que no se considera activista, relata cómo su hermano le dije un día el bien que hacían al pueblo. "Me dijo que todos veían que éramos matrimonios y estaban normalizando que esa realidad existía. Si yo ayudo a que la gente lo entienda, me alegro", dice Ana.

Ahora, tras toda una vida expresando su deseo y amor por las mujeres, ve que existe "más visibilidad, pero falta mucho por hacer". "Yo no he sufrido discriminación, pero habría que preguntarle a las parejas que han tenido dificultades para formar familias o se han sentido estigmatizadas". "Las cosas naturales se tienen que entender. No hay nada raro en lo que es natural". Y el amor lo es.