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A casi 3.000 metros de altura

Hallados en los Alpes los dinosaurios marinos más grandes jamás descubiertos

El estudio de un conjunto de restos fósiles permite reconstruir la historia de unos depredadores primitivos de más de 20 metros

Recreación artística de los animales marinos hace 200 millones de años en la región que ahora corresponde a los Alpes.

En lo alto de los Alpes suizos, a unos 2.800 metros de altitud y escondidos entre rocas heladas, el hallazgo de unos restos fósiles ha desvelado la historia de unos fascinantes y enigmáticos dinosaurios marinos que habitaron esas tierras hace unos 200 millones de años. Según explica el equipo científico responsable de este descubrimiento, en lo que ahora conocemos como montaña y que entonces formaba parte de un océano prehistórico se han hallado los vestigios de tres ictiosaurios gigantes; unos depredadores primitivos de más de 20 metros de longitud y que, probablemente, fueron unos de los animales más grandes que jamás han existido en el planeta.

La historia de estos gigantes de los mares prehistóricos, presentada esta misma semana en la revista 'Journal of Vertebrate Paleontology', se ha reconstruido a partir de un diente, siete vértebras y diez fragmentos de costillas de tres ejemplares de ictiosaurios (probablemente, de la familia Shastasauridae). Los investigadores responsables de su estudio argumentan que tanto el diente como una de las vértebras destacan como los más grandes encontrados hasta la fecha así que todo apunta que, incluso dentro de los ictiosaurios, los tres animales hallados debían ser especialmente grandes.

"El diente de ictiosaurio más grande encontrado hasta el momento tenía 20 milímetros de diámetro y pertenecía a un ictiosaurio de 18 metros de largo. El diente que hemos hallado ahora es el triple de grande, de unos seis centímetros", explica el paleontólogo Martin Sander, de la Universidad de Bonn, en la presentación de este sorprendente hallazgo. "La vértebra de ictiosaurio que hemos analizado también es la más grande jamás encontrada en Europa", añade entusiasmado Heinz Furrer, de la Universidad de Zúrich, en relación al descubrimiento de estos tres fascinantes ejemplares de dinosaurios marinos. 

A la izquiera, Heinz Furrer con la vértebra de ictiosaurio. En el centro, fragmento del diente del animal. A la derecha, Martin Sander con una costilla del dinosaurio.

Gigantes marinos

La odisea de estos dinosaurios se remonta a unos 200 millones de años atrás. Para entonces, explican los expertos, estos monstruosos reptiles de hasta 80 toneladas navegaban por el gran océano global de Panthalassa y exploraban mares poco profundos como el Tethys. Así vivieron (y así murieron) los tres ejemplares que protagonizan el descubrimiento de la semana. Tras su fallecimiento, todo apunta a que sus restos se depositaron en el lecho marino, se integraron al suelo rocoso y pasaron a formar parte de un movimiento geológico extraordinario. 

Hace unos 95 millones de años, ilustran los científicos, la placa africana y la europea empezaron a converger y, millones de años más tarde y tras una infinidad de movimientos tectónicos, dieron lugar a la formación montañosa que ahora conocemos como Alpes. De ahí que unos gigantes marinos como los ictiosaurios acabaran sepultados en lo alto de una montaña, a casi 3.000 metros respecto al nivel del mar. Este mismo fenómeno, explican los investigadores, también explicaría por qué los fósiles han llegado hasta nuestros días "deformados" y "aplastados"

"No descartamos encontrar más criaturas marinas gigantes escondidas debajo de los glaciares", vaticina Sander, uno de los paleontólogos que ha liderado este descubrimiento, tras el hallazgo de estos gigantescos dinosaurios marinos en las montañas alpinas. Como nota complementaria a este estudio, nunca viene mal recordar que hace tan solo unos años el deshielo de los glaciares en la región de la Patagonia chilena sacó a la luz un cementerio de dinosaurios marinos con fósiles de casi 50 ejemplares. 

Los paleontólogos Martin Sander y Michael Hautmann visitan la zona donde se han hallado los restos fósiles de ictiosaurio.

Tres décadas olvidados

Los restos fósiles que protagonizan esta noticia, como ya es habitual en este tipo de casos, no son un hallazgo reciente. De hecho, según explica el equipo científico, los primeros vestigios de estos ejemplares prehistóricos fueron desenterrados entre 1976 y 1990 por un equipo liderado por el mismo Heinz Furrer hace más de tres décadas, cuando todavía era estudiante de doctorado. Pero como también viene siendo costumbre en este tipo de disciplinas, tras un primer análisis los restos volvieron a quedar sepultados entre museos y estanterías. "Hace poco aparecieron más restos de ictiosaurios gigantes, así que nos pareció que valía la pena analizar los hallazgos suizos con más detalle", explica el científico.

"Sabemos tan poco sobre estos gigantes marinos que aún son meros fantasmas para nosotros", reflexiona Sander. De hecho, según explican los expertos, tan solo se han encontrado unos pocos fósiles de estos animales (en Reino Unido, Nueva Zelanda y Canadá, por ejemplo). "Solo conocemos el principio y el final de estos gigantes marinos. Tenemos que estar a la altura de este desafío y seguir buscando nuevos y mejores fósiles", añade el paleontólogo. El ejemplo más ilustrativo, explica, es el caso de un artículo científico publicado nada más ni nada menos que en 1878, donde se describía una vértebra de ictiosaurio de 45 centímetros de diámetro que, posteriormente, desapareció.

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