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Redes sociales

Irene Rodríguez, la 'tiktoker' que se tatúa a sí misma y hace maquillaje de fantasía

Irene Rodríguez, una joven viguesa de 22 años, se ha convertido en la 'tiktoker' con más seguidores de Galicia, casi 5 millones, y que a buen seguro se encuentra en el top 20 del país

Irene Rodríguez, la joven viguesa de 22 años que se ha convertido en la tiktoker con más seguidores de Galicia. / ALBA VILLAR

Más de 5 horas de trabajo para un vídeo de un minuto en TikTok que aspira a lograr el mayor número de visualizaciones. Así es el día a días de las personas que se encuentran detrás de las nuevas, o ya no tan nuevas, profesiones que surgen al amparo de las redes sociales. Los creadores de contenidos para estas plataformas han hecho en muchas ocasiones de su pasión su oficio, pero eso no le resta esfuerzo. Y sino que se lo digan a Irene Rodríguez, una joven viguesa de 22 años que se ha convertido en la tiktoker con más seguidores de Galicia, casi 5 millones, y que a buen seguro se encuentra en el top 20 del país. Las reproducciones de sus vídeos se cuentan por cientos de miles. Algunos de ellos rozan incluso los 10 millones

TikTok se ha convertido sin duda en la red social por excelencia de la Generación Z. Allí buscan entretenimiento, comunidad e incluso información. No es de extrañar que la plataforma cerrase el 2021 con unos 1200 millones de usuarios activos mensuales. 

Como tantos jóvenes, Irenius abrió su perfil en 2019 por entretenimiento, “para subir cosas sin más”, explica mientras se pone manos a la obra para grabar un nuevo vídeo. Son las 10 de la mañana y en esta ocasión su mesa de trabajo está llena de maquillaje -base, contorno, pinturas al agua, sombras, purpurina- un foco y su teléfono listo para grabar. Parte del contenido con el que arrasa en Tiktok son precisamente estos maquillajes de fantasía, aunque llegó a ellos “casi como por casualidad”.

Fue durante el confinamiento cuando se lanzó a subir más contenido relacionado con su verdadera vocación, la ilustración y el tatuaje. Los primeros vídeos que arrasaron en visualizaciones “fueron uno en que hacía que era un Sims, otro en el que enseñaba como me quitaba las trenzas del pelo y el bum fue en agosto del 2020 con un tiktok en el que enseñaba a dibujar un gato”. 

Alguno de los vídeos de la tiktoker supera los 10 millones de visualizaciones

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Aunque a primera vista este contenido puede resultar un poco random -ella misma se define como “un poco aleatoria, pero con arte”- existe un denominador común, el dibujo. “Siempre me gustó mucho, al acabar la ESO decidí hacer el bachillerato de Humanidades, luego hice Cocina y el ciclo de Educación Infantil”, pero ha sido en las redes sociales y el tatuaje donde, por ahora, ha encontrado su lugar

“A mis padres les dije la repercusión que estaba teniendo en redes cuando llegué a los 300.000 seguidores, y lo cierto es que se sintieron orgullosos y sobre todo felices de verme feliz a mí”, apunta mientras avanza en su metamorfosis. Trata de rodearse solo de “gente buena”, con todo, no es ajena al odio que tanto prolifera en las redes sociales. “Afortunadamente no recibo mucho hate, la mayoría de los comentarios son bueno, las críticas constructivas también me las tomo en positivo, se nota cuando se hacen por bien o desde el odio, estas últimas he aprendido a ignorarlas”, cuenta.

El proceso creativo

Han pasado cerca de dos horas e Irene sigue entre pigmentos y brochas, con música de fondo en su cuarto, pero trabajando, al fin y al cabo. El proceso comenzó días antes, cuando este diario le propuso acompañarla para conocer cómo creaba. “A veces la inspiración viene inmediatamente, en otras ocasiones tienes que pensar el concepto durante días. Una vez tengo la idea hago un boceto sencillo, los trazos principales y paso a la piel”. 

Irene Rodríguez, la tiktoker gallega con más seguidores

Irene Rodríguez, la tiktoker gallega con más seguidores Alba Villar / Edición: Marta Clavero

Para este maquillaje se ha inspirado en el sol, “ya había publicado uno de luna”. Las manillas del reloj continúan avanzando. Se paran cuando lleva tres horas y media decorando su cuerpo, y no ha sido uno de los más largos “pueden llegar a las cinco o seis horas”. Todavía le falta editar el vídeo y subirlo a sus redes. Un trabajo tan intenso como efímero, “trato de dejarme el maquillaje un rato para disfrutarlo” aunque más pronto que tarde, inevitablemente, toca borrarlo. Siempre le quedará su huella en redes.  

Poción de Autoamor

Al dibujo, el maquillaje, el tatuaje o la escultura, Irene ha añadido una nueva faceta: la escritura. Este mismo mes de junio publicaba “Poción de Autoamor” bajo el sello de Montena. 

Lo que en un primer momento se le planteó como un trabajo que recogiese frases e ilustraciones terminó siendo “un libro de autoayuda ilustrado en el que recojo mis propias experiencias”, describe. En él contrapone cómo veía “esos problemas con parejas, amigos, estudios...entonces y cómo los veo ahora, cuál ha sido el aprendizaje y lo equivocada que quizá estuve”. 

El objetivo final de este “mejunje de palabras y reflexiones” es “adentrar al lector en una historia de amor única, ayudarle a que conozca al amor de su vida: él o ella mismo”.

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