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Migración

La burocracia mantiene separados a madres e hijos llegados en patera

Caminando Fronteras denuncia la lentitud por parte de la administración para reagrupar familias

Llegada de un grupo de migrantes subsaharianos a la costa de Lanzarote. EFE

los trámites burocráticos de las administraciones públicas suponen un muro infranqueable entre niños y padres migrantes. Los menores que llegan solos a Canarias y cuyos progenitores reclaman una reagrupación familiar desde el país europeo en el que están instalados, no pueden reunirse. La oenegé Caminando Fronteras denuncia que en lo que va de año una decena de familias les ha solicitado ayuda para tratar de salvar este escollo que les impide volver a estar juntos o, incluso, mantener contacto por teléfono. Todavía quedan en el Archipiélago cinco niños subsaharianos de menos de 12 años que, tras más de cuatro meses, siguen sin poder reencontrarse con sus padres. "Este periodo de espera nos parece excesivo, teniendo en cuenta la situación de especial vulnerabilidad de los menores", apuntó Lucas Vaquero, responsable del Programa de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la oenegé, quien se reunió ayer con la adjunta segunda del Diputado del Común, Milagros Fuentes, para trasladarle las dificultades que encuentran en los casos de separación familiar.

Vaquero lamentó la falta de respuesta oficial por parte de la Dirección General de Protección a la Infancia del Gobierno de Canarias ante los escritos que "han presentado de manera reiterada y en nombre de las familias" para solicitar la reagrupación de estos menores con sus progenitores. El portavoz de la oenegé aseguró que la administración cuenta con protocolos específicos para actuar ante este tipo de casos, pero no logran que les faciliten información concreta sobre su aplicación para poder mediar con las familias. Vaquero apuntó que solo han obtenido respuestas "ambiguas" que no han facilitado el inicio de los trámites. "No se puede dejar la resolución de cada caso al arbitrio de la buena voluntad de los trabajadores de los centros de acogida", apuntó Vaquero, quien añadió que para su organización es fundamental conocer los protocolos oficiales y que este se apliquen de manera estandarizada, "respetando las individualidades para ofrecer una solución de protección que se ajuste a las necesidades de cada familia".

Precisamente, el Ministerio de Migraciones había emprendido la remodelación del Colegio León para ofrecer una acogida especializada a las familias con niños que arriban a las costas canarias. Si bien los importantes problemas de amianto que presenta el edificio han obligado a derribar el centro. El alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, detalló que "el amianto está incrustado en la estructura y no solo en los techos", por lo que se van a realizar obras de desmantelamiento y demolición de todo el edificio.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, destacó ayer que el incremento de las llegadas de migrantes con respecto al mismo periodo del año anterior ronda el 12%, pese a que al comienzo de 2022 la subida rozaba el 140%. Si bien advirtió que "ahora viene un periodo de calma, que tradicionalmente es más difícil" porque se eleva el número de entradas a las Islas. "Estamos a la expectativa de que la colaboración con Marruecos funcione", admitió Pestana, quien defendió que en los último meses el acercamiento a Rabat ha funcionado "porque estamos viendo una reducción" del fenómeno migratorio.

Actualmente, apuntó Pestana, quedan unas 1.500 personas en los recursos de atención temporal incluidos en el Plan Canarias. Además, recordó que en los últimos tres años la cifra de migrantes que ha llegado a las Islas supera las 50.000 personas. "Se quedan en Canarias de forma temporal y después se derivan a la Península", explicó el delegado quien considera que el sistema de acogida "está funcionando".

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