Decepción entre el millón de españoles con celiaquía tras conocer que el plan de medidas fiscales del Gobierno no contempla la reducción al 4% del IVA para los productos sin gluten, una antigua reclamación del colectivo. "Nos deja mal sabor de boca porque no nos lo esperábamos. Pensábamos que, como era propuesto por parte del Ejecutivo, saldría adelante. Lo nuestro no es por gusto; ni una moda, ni un capricho. La alimentación sin gluten es la única 'medicina' que tenemos", se queja a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Aarón Santana, presidente de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) quien denuncia un sobrecoste de más de 1.000 euros anuales en la cesta de la compra para estas familias.

La rebaja del IVA a los productos para celíacos quedaba este jueves excluida de la negociación en materia fiscal. "Desde el minuto uno el PSOE lo ha desestimado" y esta posibilidad "ha quedado cerrada", explicaba en el Congreso de los Diputados la vicepresidenta Yolanda Díaz. Santana admite que la decisión -inesperada, repite- les ha caído como un "jarro de agua fría". Porque, dice, "nos parecía muy buena la propuesta hecha por Unidas Podemos de reducir el tipo impositivo a cualquier alimento. Hablamos de nuestro alimento base. Por eso nos deja con mal sabor de boca, con malestar, porque parece ser que el final el Gobierno no lo lleva en el paquete de medidas fiscales que van a implantar".

"Como federación nos gustaría tener una respuesta oficial de por qué se excluye casi aleatoriamente esa medida", señala Aarón Santana

Santana se refiere a la iniciativa de Yolanda Díaz de regular los precios a través de crear una cesta de la compra básica y asequible y de que se realice otra alternativa pensando en los celíacos. Cuando se le pregunta a qué atribuye la negativa por parte del PSOE a bajar el IVA de los alimentos sin gluten, responde que es un no "de una parte del Gobierno" y que, como federación, les gustaría "tener una respuesta oficial de por qué se excluye casi aleatoriamente esa medida".

En un asunto "tan delicado como el de la salud, nos parece mal que se nieguen. Estamos decepcionados. Nos parecía muy bien la propuesta, ya fuera por parte del Gobierno, de la oposición, por aclamación popular o a través del Defensor del Pueblo. Lo vemos lógico; era una propuesta muy buena. Seguiremos luchando. Estamos abiertos a hablar con quien sea necesario para que esto salga", indica el representante del colectivo.

El problema de seguir la dieta

Porque, el problema real, es que uno de cada tres adultos con celiaquía tiene algún problema para seguir una dieta sin gluten, para interpretar correctamente el etiquetado de los alimentos o dificultades por el alto precio de los productos. Son conclusiones del proyecto CELIAC-SPAIN, una encuesta para determinar la repercusión de una enfermedad de enorme impacto en la vida de quien la padece. En entrevista con El Periódico de España, el doctor Francesc Casellas Jordá, responsable del estudio, indicaba el pasado mayo que, por eso, los médicos piden que los centros sanitarios cuenten con unidades específicas para atender a estos pacientes.

La prevalencia de la celiaquía entre la población general supera ya el 1% y es más frecuente entre las mujeres

Aunque actualmente no se disponen de datos epidemiológicos actualizados, la prevalencia de la celiaquía entre la población general supera ya el 1% y es más frecuente entre las mujeres, destacan los expertos. En un período de tiempo relativamente corto, ha pasado de ser considerada una enfermedad minoritaria o poco frecuente a convertirse en una patología más extendida, añaden.

"No es un capricho"

"Para nosotros, es fundamental poder comprar esos productos. Con la legislación actual, los que consumimos se consideran poco menos que como alimentos dietéticos. Llevamos muchos años diciendo lo mismo: no es un capricho. Es nuestro único 'medicamento'. Es incomprensible que el IVA esté tan alto para productos básicos. Un pan es casi un producto de lujo con los precios actuales. Es verdad que se pueden buscar otras medidas. Pero, ¡qué menos que esto!", se queja el presidente de la federación. Una de las reivindicaciones de FACE es, además del abaratamiento de los costes de los productos sin gluten, conseguir algún tipo de subvención económica que pueda ayudar a las familias.

Aarón Santana se remite al informe anual de precios publicado por FACE a comienzos de 2022. El sobrecoste de la cesta de la compra para los celíacos, denuncia, es de una media de 1.000/1.200 euros al año. "Hablamos de un sobrecoste importante. Si se baja el IVA del 21 % al 4% algo ayudará. Cualquier persona no se puede permitir 100 euros más al mes en la compra", insiste.

Ante la falta de ayudas, las asociaciones de celíacos han abierto programas para ayudar a las familias que no pueden comprar los productos

Santana habla de familias que tienen que recurrir a bancos de alimentos para intentar seguir la dieta sin gluten. "Lo normal es que empieces a prescindir del pan, de las pastas...", señala. Admite que las asociaciones autonómicas y provinciales que forman parte de la federación conocen "situaciones graves" y que esas mismas pequeñas entidades tienen programas específicos para atender a familias que tienen, al menos, a una persona con celiaquía en su familia. "Vienen a ser 'pequeños bancos de alimentos' que se complementan con los oficiales, donde se hacen recogidas para abastecer a esas familias sin medios. Estamos supliendo muchas carencias", reconoce.

Pan, pasta, harina...

Con datos del último informe anual de FACE, antes mencionado, la diferencia existente en la adquisición de productos con y sin gluten se situaba en 845,20 euros al año extra para este colectivo. Un documento en el que se tomaban como referencia los productos específicos (pan, pasta, harinas panificables, pan rallados, etc.) y responsables de la diferencia económica entre una y otra dieta. El valor económico de los alimentos era, ya entonces, significativamente superior en los productos sin gluten, con una mayor diferencia en las magdalenas y el pan rallado, citaban como ejemplo.

Las diferencias suponían una subida considerable en los gastos destinados a alimentación en una familia media donde una persona debiera seguir una dieta sin gluten. La cantidad podía verse duplicada o triplicada teniendo en cuenta el carácter genético de la patología, señalaba entonces FACE en su estudio anual. Trabajando ya en el nuevo informe, que se publicará a comienzos de año, Santana admite que, un año después, con la inflación cada día más disparada, las cifras se incrementarán notablemente.