La madrugada del domingo 30 de octubre a las 3.00 se retrasarán los relojes hasta las 2.00 horas y se dará comienzo así al horario de invierno, que se prolongará hasta el último domingo de marzo, cuando se recuperará el horario de verano.

La buena noticia es que el próximo 30 de octubre tendremos una hora extra de día, por lo que dormiremos más tiempo; además, amanecerá más temprano. La contraparte es que tendremos una hora menos de luz solar por la tarde y anochecerá más temprano también.

Si bien, en el conjunto de la UE en el año 2018 se planteó la propuesta de eliminar el cambio de hora y se inició un proceso que si bien consideraba suprimir este cambio en 2019, los entonces Veintiocho consideraron que la iniciativa era prematura y se aplazó la decisión hasta el año 2021.

En España, hace dos años el Consejo de Ministros del 22 de marzo, la entonces portavoz del Gobierno y ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, adelantó que España mantendría su huso horario y el cambio de hora estacional mientras reflexionaba hasta el año 2021.

La Comisión Europea considera que el consumo de energía no es el único aspecto positivo sino también subraya otros impactos sobre sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

El cambio de hora se remonta a la década de los 70, con la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir menos electricidad en iluminación.

Desde 1981 se aplica como directiva que se renovaba cada cuatro años hasta la aprobación de la Novena Directiva, del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión, en enero de 2001, que establece el cambio con carácter indefinido.

España está ubicada geográficamente en el uso GMT+1 hora, como la mayor parte de Europa excepto Reino Unido Irlanda y Portugal, que se mantienen en el GMT+0. España, por tanto tiene su hora oficial adelantada en 60 minutos respecto a la hora universal desde el año 1940.

En la latitud de España las horas de luz son las mismas, alrededor de 10 en invierno y unas 14 en verano, pero no amanece o anochece a la misma hora en el este que en el oeste. De hecho, puede haber incluso algo más de una hora de diferencia desde una punta a otra. Por ejemplo, Vigo (Pontevedra) es la ciudad europea en la que más tarde anochece.