Mientras en España está en el centro del debate el sistema público de salud, a raíz de la protesta convocada en Madrid, en Argentina la población se ha quedado conmocionada con la muerte de un niño de 4 años por un mal diagnóstico médico.

Además de trágico, el fallecimiento del pequeño resulta cruelmente paradójico puesto que había sido la imagen de una campaña de vacunación del Ministerio de Salud de la Nación en contra del sarampión, rubéola, paperas y polio.

Desde Presidencia se informó de que, una vez conocieron la noticia del triste deceso del niño, decidieron retirar la campaña publicitaria de todas las plataformas.

Historia de una negligencia médica tras otra

Santino Godoy Blanco murió la noche del pasado jueves 3 de noviembre en el Hospital Larcade de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires y de gestión municipal, a causa de una neumonía bilateral y después de que durante dos días seguidos los médicos se equivocaran a la hora de detectar cuál era el problema que le afectaba.

Hasta tres veces lo llevó su madre a las urgencias de este centro sanitario y cada vez recibió un diagnóstico distinto, según ha informado el medio Infobae.

El niño llevaba una semana con fiebre y malestar, pero en el hospital lo mandaron a casa las tres veces que lo llevó su madre, que acusa al centro de mala praxis después de que le diagnosticaran gastroenterocolitis y laringitis.

"Lo llevé el 2 de noviembre de la madrugada porque tenía fiebre. Le di ibuprofeno y no le bajaba. Lo atendió una enfermera, pero yo quería que lo viera una pediatra", explicaba Agustina Blanco, madre del pequeño, en una entrevista con Eduardo Feinmann en el programa de Radio Mitre "Alguien tiene que decirlo".

"Pasaron dos horas para que bajara la fiebre" y en ese momento "una doctora dijo que era un cuadro viral de laringitis" y que tenía que darle "corticoides y nebulizaciones".

Regresaron a casa, pero el niño empezó a tener vómitos. "No hacía pis y lo sabían todos. Tenía una infección urinaria. Pedí un análisis de sangre y me dijeron que no, que era un cuadro viral. Santi siguió mal todo el jueves. Siguió vomitando, estando débil y no comía".

"La doctora me pidió perdón porque se había quedado dormida"

Ante ese panorama, volvieron al hospital por tercera y última vez. Fue entonces cuando la pediatra que lo atendió lo auscultó: "Lo escucha y me dice que tenía broncoespasmo, que le escuchaba ruidos por todos lados", señala la madre, que prosiguió con su desgarrador relato: "La médica llama a enfermería y le indica que le vengan a poner oxígeno y una serie de pufs. Yo me siento con Santino, pasan 10 minutos y no venía nadie. Voy a buscar yo a la enfermera que estaba sentada con el papel que decía que Santino necesitaba oxígeno. Viene tranquila caminando. Le hace el puf, le pone el oxígeno. A la hora tenía que venir la doctora y la doctora vino a la hora y veinte. Me dice que me pide perdón, que se había quedado dormida. Viene y le digo que ya estaba peor, ya estaba como más desvanecido. Lo único que hacía era sacarse la máscara de oxígeno y darme besos, pero ya no decía casi nada".

"Empecé a ver que se le iban los ojitos para atrás"

El final fue el peor posible tras ese cúmulo de despropósitos: “La médica me dice que ella lo escuchaba peor y que iba a repetir urgente la serie de oxigeno y puf. En eso viene la enfermera con tres saturómetros, ninguno funcionaba. Y Santi ya estaba más frío. Yo le tocaba las manitos. Empiezo a ver que se le empiezan a ir los ojitos para atrás y le digo a la doctora que por favor hagan algo. Me dice que van a llevarlo a shock. Yo lo llevé a Santino a shock a upa corriendo. Y ahí empezaron a venir los médicos. Trataron de reanimarlo una hora y media y ya no pudieron o no quisieron hacer nada porque no lo llevaron a terapia, que estaba vacía en ese momento".

La madre del pequeño relata el caso a TN Noticias

El pequeño murió y su madre ha empezado ahora una cruzada legal interponiendo una denuncia penal contra los médicos que lo atendieron. "No voy a parar hasta que despidan a los médicos que atendieron a mi hijo", aseguró la mujer entre lágrimas.