La crisis que vive el sistema sanitario público en toda España y la situación de los dispositivos de urgencias extrahospitalarias en Madrid -que han prendido la mecha de un calendario de movilizaciones que continúa desde este lunes con un paro indefinido de los médicos y pediatras de Atención Primaria- ha vuelto a poner sobre la mesa el cuestionado uso de las videollamadas en las consultas médicas, sobre todo en situaciones de emergencia. En conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del doctor José Polo García, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), se muestra contundente: la telemedicina "no puede sustituir a un acto de presencia física del médico".

El conflicto que arrastra la sanidad madrileña a costa de las urgencias extrahospitalarias vivió su momento álgido hace apenas unos días. Cuando la Consejería -tras el caos vivido con la reapertura de los centros 24 horas- presentó una nueva reorganización de estos dispositivos que pasaba por distribuir los Puntos de Atención Continuada (PAC) de la siguiente manera: sólo 49 centros con médico y los otros 29 únicamente con enfermería con apoyo de videollamada médica, de los cuales unos 10-12 serían de atención de cuidados (sin médico, ni videollamada). 

El ejecutivo autonómico señalaba entonces que se trataba de una medida "transitoria" pero que había que acostumbrarse a que la telemedicina se iba a implantar en toda la sanidad. De hecho, la presidenta de la Comunidad de Madrid, anunciaba en septiembre –en el Debate del Estado de la Región- que sería una realidad en toda la red pública para diciembre de este año a través del nuevo Plan de Telemedicina, dotado de 20 millones de euros, que, en sus palabras, reforzaría las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora para atender al paciente independientemente de donde se encuentre a través de las últimas tecnologías.

Así, el Gobierno regional aseguraba que la telemedicina había llegado para quedarse. El revuelo que se organizó tras conocer la propuesta de atender una urgencia médica por videollamada fue de tal calibre que el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero se vio obligado a eliminarla de un nuevo plan presentado a los sindicatos que forman parte de la Mesa Sectorial y que, este mismo lunes, han vuelto a decir no a una nueva redacción de ese modelo que plantea sólo la apertura de hasta 49 centros con un equipo multidisciplinar completo. Los otros 29 centros, quedarían sin la dotación completa, es decir, con enfermería y celador.

Una herramienta útil en pandemia

Descartada, al menos por ahora, esa implantación de la telemedicina en las urgencias extrahospitalarias de Madrid, el doctor José Polo insiste a este diario: "Es una herramienta, que se demostró útil en la pandemia, y debe continuar donde sea así. Pero, sustituir a un acto de presencia física del médico, no". Y se explica de la siguiente manera: "En el acto médico no sólo intervienen unas preguntas o una foto. Hay que explorar al paciente, utilizar las manos...buscando una serie de síntomas que refiere el paciente, pero también unos signos. Y la hora de buscar esos signos, la exploración física es fundamental".

El presidente de SEMERGEN vuelve a mencionar la utilidad que tuvo la telemedicina en un contexto de crisis sanitaria por el coronavirus pero, si se habla de urgencias extrahospitalarias, redunda: no es viable. Se pronuncia así en la misma dirección que lo hicieron otras sociedades científicas en estos mismos días: la implantación de la videoconsulta, si se realiza, se debe hacer siguiendo protocolos estrictos, como herramienta complementaria y en ningún caso sustitutiva de la presencia física del facultativo ya que el contacto directo con el paciente y la exploración física es particularmente importante en situaciones de urgencia.

El doctor José Polo aprovecha para referirse a la "gran chapuza" que ha sido la apertura de esos centros de atención 24 horas en Madrid sin dotación de personal. Y, por supuesto, para clamar por un Pacto de Estado para reformar la Atención Primaria. Concluye que, ese consenso, no se produce en los periodos electorales donde "normalmente son promesas que se lleva el viento".